5 minutos con 32 segundos es el tiempo que le tomó a Víctor Sardiña, uno de los operadores del Centro de Alerta temprana de Tusnami del Pacífico en Hawai, explicar a un funcionario de la Armada que Chile se vería afectado por un maremoto el 27 de febrero de 2010, luego del terremoto de 8.8 grados que azotó a nuestro país.

En conversación con La Radio, Sardiña, de nacionalidad cubana, detalló qué ocurrió con la llamada realizada al SHOA.

Minutos que, según Sardiña, explicó lo que iba a ocurrir en español a su interlocutor del SHOA, confirmándole el funcionario chileno la recepción del mensaje.

La entrega de datos tranquilizó al equipo del Tsunami Pacific Warning Center de Hawai, pensando que los protocolos de evacuación ya estaban en marcha por parte de la Armada para las costas chilenas. La tranquilidad se quebró, comentó Sardiña, cuando días después del terremoto en una entrevista con un medio europeo se enteró que no se evacuó inmediatamente las costas de Chile, muriendo personas.

El testimonio del especialista en tsunamis está dentro de la carpeta que investiga la fiscal Solange Huerta, que busca determinar responsabilidades de los órganos del Estado que debían haber alertado a la comunidad, alerta que de haber sido materializada podría haber salvado las vidas de quienes fueron arrastrados por la fuerza del mar.