El juicio al sargento Calvin Gibbs, presunto cabecilla de un grupo de cinco militares estadounidenses acusados de haber ejecutado por mero placer a tres civiles afganos en 2010, se inició el viernes ante una corte marcial de Estados Unidos.

El juicio tiene lugar en la base militar de Lewis-McChord, al sur de Seattle (al noroeste del Estado de Washington). El viernes se eligió la composición del jurado y las vistas orales comenzarán la próxima semana.

El veredicto podría producirse el próximo viernes, a menos que la larga lista de testigos citados a declarar hagan retrasar este plazo.

Acusado de asesinatos, agresiones, amenazas y conductas “contrarias al buen orden y la disciplina”, Gibbs se enfrenta, de ser condenado a todos los cargos, a cadena perpetua sin posibilidad de liberación bajo palabra, indicó la base militar en un comunicado.

Según la acusación el sargento Gibbs, de 26 años, era el cabecilla de un grupo de cinco soldados que habría recreado para divertirse situaciones ficticias para ejecutar a civiles afganos. El grupo habría colocado luego armas afganas para hacerlos pasar por combatientes enemigos.

El grupo también está acusado de de haberse quedado con “trofeos de recuerdo” de sus víctimas, como osamentas, y de haber consumido hachís. También habrían dado una paliza a un soldado que había denunciado sus acciones a su superior jerárquico.