Michael Jackson estaba “preocupado” por su salud y temía no tener la condición física necesaria para dar los 50 conciertos que había prometido en Londres, afirmó el lunes uno de sus médicos en el juicio al doctor Conrad Murray, procesado en Los Ángeles por la muerte del cantante.

La quinta semana del juicio por homicidio involuntario, que tiene lugar en la Corte Superior de Los Ángeles, abrió con los primeros testigos del equipo de Murray, que buscará contrarrestar los demoledores testimonios llevados por la fiscalía en las últimas cuatro semanas.

El doctor Allan Metzger, de medicina general y reumatólogo, afirmó haber sido durante algunos años “el médico principal” del cantante y de sus hijos y declaró que visitó a Jackson en su casa el 18 de abril de 2009, poco más de dos meses antes de su muerte el 25 de junio.

“Quería hablarme de problemas de salud y quería que viera a los niños”, declaró. “¿Le dijo que veía a otros médicos?”, preguntó Ed Chernoff, uno de los abogados de la defensa. “No”, respondió el doctor.

“Estaba emocionado (…) Me habló de su entusiasmo pero también de su miedo” ante los conciertos londinenses, aseguró.

Michael Jackson murió cuando ensayaba para el espectáculo “This Is It”, que iba a consistir en 50 shows en Londres a partir de julio de 2009.

“Tenía miedo porque era una gran responsabilidad y no quería hacer un mal trabajo”, agregó. “Estaba preocupado por su alimentación, quería estar saludable”.

Metzger confirmó que Michael Jackson, que murió a los 50 años, sufría problemas de insomnio “desde hacía tiempo”.

Según el doctor, el día de su visita Jackson le pidió que le prescribiera “un medicamento para dormir” que se administrara vía intravenosa. El cantante no dijo la palabra “propofol”, pero Metzger comprendió “que quería una forma de anestésico”.

La autopsia reveló que Michael Jackson murió por una “grave intoxicación” de propofol, un poderoso sedante que él usaba como somnífero y que le era administrado por Murray, quien afirma que estaba intentando curarle la adicción.

El cardiólogo de 58 años, que ganaba un sueldo de 150.000 dólares mensuales como médico personal de Jackson, reconoce haberle administrado 25 ml de propofol luego de que otros sedantes como el lorazepam y el midazolam no surtieran efecto.

La defensa alega que Jackson podría haberse inyectado la sobredosis de propofol a sí mismo en un momento en que Murray no lo veía, pero los testigos de la fiscalía calificaron esa posibilidad como absurda.

Metzger afirmó en la sala que se negó a prescribirle al cantante un medicamento intravenoso: “Le dije que ningún anestésico debe administrarse vía intravenosa fuera de un hospital”.

Luego atestiguó Cherilyn Lee, una enfermera que comenzó a tratar al cantante en febrero de 2009 por su poca energía.

Sus tratamientos se centraron en vitaminas y nutrientes que ella le administraba al “rey del pop” vía intravenosa y “en pequeñas cantidades”.

Los problemas de sueño de Jackson, quien gozaba en general “de buena salud” cuando ella lo conoció, fueron mencionados varias veces “pero no parecían ser graves”, dijo la enfermera.

Pero el 12 de abril de 2009 el cantante se quejó abiertamente.

“Me dijo: ‘No puedo dormir y todos los productos naturales que me recomiendan no me hacen nada. Cuando duermo, quiero dormir todo seguido’. Le recomendé que se hiciera estudios del sueño pero me dijo que no podía, que no tenía tiempo”, contó la enfermera.

Una semana después, el cantante le pidió que lo viera dormir. La enfermera lo hizo y confirmó a la corte que tras dormirse hacia las 22H00 o 23H00, se despertó a las 03H00 de la mañana.

El testimonio de Cherilyn Lee continuará el martes.

Murray enfrenta cuatro años de prisión y la pérdida definitiva de su licencia profesional si es hallado culpable.