Al menos seis insurgentes islamistas murieron este jueves en un bombardeo de un avión no tripulado norteamericano, el segundo de este tipo durante la jornada en zonas tribales del noroeste de Pakistán, bastión de los talibanes paquistaníes y afganos y de Al Qaida, anunciaron fuentes militares.

El primer ataque mató este jueves de mañana a tres insurgentes de la red talibán afgana Haqqani, enemiga declarada de los soldados estadounidenses en Afganistán, incluyendo a un líder del grupo, en el distrito de Waziristán del Norte.

El segundo bombardeo fue dirigido contra un grupo rebelde en Birmal, en el distrito vecino de Waziristán del Sur. “Un avión no tripulado norteamericano lanzó tres misiles, matando a seis guerrilleros”, declaró un responsable local de la seguridad.

Los bombardeos de aviones sin piloto son el arma principal de Estados Unidos contra los rebeldes talibanes afganos y sus aliados de Al Qaida en sus bases de retaguardia de las zonas tribales paquistaníes, donde los norteamericanos los acusan también de tramar atentados en Occidente.

Este martes pasado, el secretario norteamericano de Defensa, Leon Panetta, reconoció que Estados Unidos lleva a cabo “una guerra” en Pakistán. Hasta entonces, Washington jamás había admitido oficialmente la existencia de operaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en territorio paquistaní.