La policía federal estadounidense (FBI) anunció el miércoles el arresto de un sospechoso de haber intervenido las cuentas electrónicas de celebridades de Hollywood, entre ellas las de Scarlett Johansson y Christina Aguilera.

Christopher Chaney, de 35 años, fue arrestado en Jacksonville, Florida (sureste), tras 11 meses de investigaciones sobre piratería informática a personas famosas, incluyendo también a la actriz Mila Kunis, informó el FBI en un comunicado.

El computador de Aguilera fue atacado el pasado mes de diciembre, cuando atrevidas fotos de la cantante también fueron difundidas en internet. El móvil de Kunis fue intervenido en septiembre, revelando fotos de la actriz en una bañera.

Steven Martinez, responsable de la oficina del FBI en Los Ángeles, calificó los actos de Chaney como “hackerazzi”, un juego de palabras en inglés que mezcla el concepto de piratería informática con el término periodístico “paparazzi”, que describe a los fotógrafos que persiguen a personajes famosos.

“La información de celebridades es altamente comercial”, explicó Martinez en una conferencia de prensa en Los Ángeles.

“Aunque el caso contra Chaney implica a celebridades que fueron atacadas por su fama, nos recuerda que todos somos víctimas potenciales de piratas informáticos”, dijo por su parte el fiscal estadounidense Andre Birotte Jr en un comunicado.

El informe del FBI de la lista de las víctimas incluye a Kunis, Aguilera y Johansson, además de personas que sólo fueron identificadas por sus iniciales.

Chaney enfrenta hasta 121 años de prisión de ser sentenciado por 26 cargos, incluyendo el acceso y el daño de computadores, escuchas telefónicas y suplantación de identidad. El acusado usó tres nombres para llevar a cabo los ataques.

Las imágenes de Johansson, protagonista de “The Horse Whisperer” y “Girl with a Pearl Earring”, fueron publicadas a mediados de septiembre y mostraban a la actriz semidesnuda en una locación casera.

En una foto, la artista se cubría con una toalla mostrando su rostro a la cámara, con una exposición de su espalda desnuda en un espejo, mientras que la otra imagen consistía en un desnudo frontal.

En la primera foto la actriz se fotografiaba a sí misma con una cámara de un teléfono inteligente y pareció estar haciendo lo mismo en la segunda toma, en una cama.

Estos hechos se producen semanas después de que Johansson defendiera su derecho a la privacidad luego que su teléfono fuera intervenido y que algunas fotos de ella semidesnuda fueran distribuidas en internet.

Birotte confirmó que todas las fotos de Johannson son sospechosas de haber sido obtenidas por Chaney.

“Él también se hizo con información financiera y con conversaciones que las víctimas creyeron que eran privadas”, informó Birotte, agregando que Chaney probablemente tuvo la capacidad de “acceder a los correos electrónicos recibidos y enviados” en las cuentas intervenidas.