Michael Jackson estaba casi ciego, casi nunca comía bien y tenía problemas para orinar, incluso a veces se hacía encima, se supo este martes durante el juicio en Los Angeles a su médico Conray Murray, acusado del homicidio involuntario del cantante.

En una entrevista con la policía presentada el martes al reanudarse el juicio contra Murray tras el feriado del lunes en Estados Unidos, el doctor dijo que se percató de que Jackson tenía otros médicos que le recetaban medicamentos a la estrella.

Murray, de 58 años, dijo que Jackson iba a un médico, un prestigioso dermatólogo de Beverly Hills, el doctor Arnold Klein, tres veces por semana, y muchas veces volvía “consumido” después de las sesiones, con dificultades para ensayar para la serie de espectáculos previstos en Londres que preparaba.

“Su equipo de producción… me dijo recientemente que su peor día en el set era cuando había ido a la oficina del doctor Klein, lo cual era aproximadamente tres veces por semana”, dijo Murray.

“Y cuando él regresaba, estaba básicamente consumido, y le llevaba al menos 24 horas recuperarse”, indicó en la entrevista que la policía realizó dos días después de la muerte de Jackson.

“Su visión era muy, muy mala. Por lo tanto calculé que podía ser legalmente ciego”, señaló el médico, quien agregó que Jackson usaba una lupa para leer.

Murray está acusado de homicidio involuntario por haber presuntamente dado a Jackson una sobredosis de propofol, un potente sedante. Sus abogados afirman que Jackson era un adicto desesperado que se autoadministró una dosis fatal mientras Murray estaba fuera de la habitación.

En el juicio, que este martes inició su tercera semana, ya se supo que, al morir, Jackson tenía una vía intravenosa para suministrarle medicamentos para ayudarle a dormir, y también tenía un sonda para recoger su orina y un tubo nasal para darle oxígeno.

“El señor Jackson tenía problemas para orinar… en el transcurso de los últimos meses, él me explicó que cuando iba al baño le llevaba horas orinar”, dijo Murray en la entrevista.

“En realidad se hacía encima. La gente lo dejaba (en el baño) y volvía, y aún así no podía ir al baño”, dijo.

Murray describió cómo trató a Jackson por deshidratación y fatiga en diferentes momentos, explicando que la estrella no comía muy bien.

“Él no bebe ni come. Decía que toda su vida su madre tuvo que obligarlo a comer cuando era niño. Así que no le gusta comer alimentos. Y los alimentos que come, cuando come, son en su mayoría pollo y arroz”, dijo Murray.

Se espera que el juicio en la Corte Superior de Los Angeles dure unas cinco semanas, hasta finales de octubre. Si Murray es declarado culpable enfrenta hasta cuatro años de cárcel.