El presidente estadounidense, Barack Obama, mandó al Congreso los tres acuerdos de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea del Sur, pendientes de aprobación desde hace años, informó este lunes la Casa Blanca.

“Esta serie de acuerdos de libre comercio que entrego al Congreso hoy (lunes) harán más fácil para las compañías estadounidenses vender sus productos a Corea del Sur, Colombia y Panamá y representarán un gran impulso para nuestras exportaciones”, dijo el comunicado de la Casa Blanca.

Los tres TLC, que podrían representar un aumento del volumen de comercio estadounidense del orden de 12.000 millones de dólares, fueron firmados originalmente durante el precedente gobierno de George W. Bush.

Su ratificación por el Congreso ha sido objeto de un largo y duro pulso legislativo entre demócratas y republicanos.

El acuerdo con Colombia fue firmado por ambos gobiernos en 2006, el de Panamá y Corea del Sur al año siguiente.

“El retraso fue inaceptablemente largo y costó puestos de trabajo, pero estoy satisfecho de que el gobierno (del presidente) Obama hizo finalmente su tarea y mandó esos acuerdos de comercio al Congreso”, señaló por su parte el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

“El presidente Obama nos ha cumplido”, reaccionó el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos.

Los problemas de violencia contra sindicalistas en Colombia, la transparencia fiscal en Panamá y el acceso al mercado surcoreano de los autos estadounidenses mantuvieron esos tratados bloqueados durante años.

Los demócratas, que pasaron a dominar el Congreso al final de la presidencia Bush y tienen una fuerte base de apoyo en sectores sindicales opuestos a este tipo de pactos, exigían al presidente Bush cambios en los textos firmados.

Con la llegada al poder de Obama en 2008 esos tratados continuaron sin ser ratificados, y se añadió además el pulso político con los republicanos por el impacto del libre comercio en plena recesión.

Obama quería que junto a esos TLC se renovara, con fondos ampliamente incrementados, un programa de subvenciones para decenas de miles de trabajadores afectados por el libre comercio, conocido como TAA.

Colombia, Panamá y Corea del Sur introdujeron reformas internas para adaptarse a las exigencias de los demócratas.

“Con Colombia tenemos un muy buen socio” cuyas reformas legales protegerán a los sindicalistas, explicó un alto cargo del gobierno Obama, en conferencia telefónica con periodistas.

En el caso de Colombia, el 90% de las exportaciones de ese país ya entraban libres de aranceles a Estados Unidos gracias a otro tratado, el de preferencias arancelarias andinas.

Ese acuerdo quedó suspendido en febrero de este año, lo que también perjudicó a Ecuador.

“Iniciaremos rápidamente el proceso para examinar estas leyes y tenemos la intención de votarlas consecutivamente y al mismo tiempo que la legislación del TAA aprobada en el Senado”, aseguró el comunicado de Boehner.

El Senado aprobó el TAA junto a otra medida arancelaria hace dos semanas, y una comisión legislativa de la Cámara de Representantes se disponía este mismo lunes a examinar ese paquete.

Una vez la Cámara, dominada por los republicanos, apruebe el denominado TAA y le incorpore los TLC, ese nuevo paquete será entregado al Senado, para su aprobación definitiva y envío a la Casa Blanca.

La implementación real de los acuerdos, sin embargo, podría tomar varios meses de trabajo legal, según fuentes comerciales privadas.