A 2 semanas del accidente aéreo en el archipiélago Juan Fernández, un experimentado piloto puertomontino que salvó con vida en un accidente en en la misma zona, cuestionó la decisión de volar con vientos desfavorables hacia islas como Melinka o Robinson Crusoe, y pone en duda la efectividad del informe meteorológico en la isla durante la jornada del accidente.

En entrevista con La Radio, Mario Contreras, jefe de operaciones de AeroCord, se refirió los peligros y las condiciones de algunas pistas de aterrizaje que no cuentan con estándares modernos para el funcionamiento de naves comerciales, como es el caso de las pistas de Quellón, Chaitén, Ayacara, Melinka y Juan Fernández que no cuentan con iluminación para aterrizar de noche.

En este contexto, el piloto señaló que además de las condiciones de la pista, los vientos juegan un rol fundamental a la hora de aterrizar, indicando que el día del accidente no estaba tan complicado el llegar a la isla como lo señaló meteorología, agregando que hay ocasiones en que un viento sureste obliga a no viajar a la isla.

El día 4 de junio de 1990, el piloto Mario Contreras salio a las 17:20 horas desde Juan Fernández rumbo a Santiago en un avión Piper Navajo con 7 pasajeros, trabajadores de una productora de TV.

A media hora del despegue, sufrió la falla en uno de los motores que lo obligó a regresar a la isla. En el trayecto el avión amarizó, salvando todos los tripulantes con vida.

Esta experiencia es la que avala la opinión del piloto sobre lo ocurrido en la trágica jornada del dos de septiembre, donde fallecieron 21 personas.