La economía mundial va a entrar en una “nueva fase peligrosa este otoño” boreal, consideró el sábado en Pekín el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, al abrir una conferencia sobre las perspectivas de China en 2030.

“La crisis financiera en Europa se ha convertido en una crisis de deudas soberanas, con graves implicaciones para la unión monetaria, los bancos y la competitividad de ciertos países”, declaró.

“Estados Unidos está confrontado a las cuestiones de la deuda, los gastos, y la reforma fiscal para apoyar el crecimiento del sector privado”, añadió el presidente del BM.

“En un contexto internacional actual de crecimiento ralentizado y confianza debilitada”, Zoellick llamó a China a acelerar su paso de un modelo impulsado por las inversiones y las exportaciones a otro más centrado en el consumo interno y la innovación. También llamó a buscar “la integración social, para superar la división entre la población urbana y la rural”.

“En julio de este año, el Banco Mundial clasificó a China en la categoría de economías de renta media superior. China está bien situada para unirse al grupo de países de alta renta de aquí a 15 ó 20 años”, explicó el funcionario, que está en China hasta el lunes.

“Los países de renta media no pueden depender de modelos de crecimiento que funcionaban cuando eran pobres, porque entonces se arriesgan a perder la competición con los países de salarios bajos y con los países de renta alta en materia de innovación y de cambio tecnológico”, advirtió.

Los socios comerciales de China, empezando por Estados Unidos, piden a Pekín que reevalúe su moneda, el yuan, para equilibrar una balanza comercial ampliamente excedentaria para la segunda economía mundial.