Un juez de California le negó el lunes a la defensa del médico de Michael Jackson la posibilidad de llamar a testificar a otros doctores que iban a apoyar la tesis de que el cantante, quien murió de sobredosis de un poderoso sedante, era adicto a los fármacos.

El juez de la corte superior de Los Ángeles Michael Pastor aceptó la moción de la fiscalía de excluir los testimonios de seis médicos del ícono del pop, incluido el de su dermatólogo de larga data, Arnold Klein, en el juicio contra el doctor Conrad Murray que se iniciará a fines de septiembre, informó la corte.

Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 a los 50 años y Murray fue acusado de homicidio involuntario por supuestamente haberle administrado la sobredosis del potente analgésico Propofol que lo mató. Jackson sufría de insomnio y usaba el Propofol como somnífero.

Los abogados de la defensa, Edward Chernoff y Nareg Gourjian, aseguran que el dermatólogo Klein “administraba frecuentes inyecciones intramusculares de Demerol a Jackson sin ninguna razón médica válida” y que el artista “se volvió física y psicológicamente dependiente del Demerol”, según papeles entregados el lunes a la corte.

“No creo que sea relevante”, dijo el juez Pastor al excluir su testimonio y el de otros cinco médicos.

El magistrado aceptó no obstante escuchar a Allen Metzger, quien trató a Jackson durante 20 años y quien, según la defensa, testificará que el cantante le pidió el 18 de abril de 2009 que le inyectara un sedante.

Pastor aceptó también el testimonio de David Adams, un anestesiólogo que atestiguará haberle administrado Propofol a Jackson en cuatro ocasiones en 2008, durante un tratamiento odontológico. La defensa afirma que, según Adams, el “rey del pop” estaba tan familiarizado con el sedante que se refería a él como “leche”.

El jurado también podrá escuchar a una enfermera, Cherylin Lee, que trató a Jackson en 2009 y quien sostiene que el cantante le pidió que le consiguiera Propofol.

Según la acusación, Murray abandonó a su paciente tras haberle inyectado el sedante, pero la defensa sugiere que Jackson se podría haber administrado a sí mismo la sobredosis. Si es hallado culpable, el médico podría pasar hasta cuatro años en prisión.