Rob Spence utilizaba un ojo de vidrio común para reemplazar el que perdió, hasta que un equipo de ingenieros en tecnología para prótesis se acercaron a él para hacerle un inusual ofrecimiento: reemplazarlo por una microcámara.

No se trata de un ojo artificial ya que la cámara no está conectada a su cerebro, sin embargo es capaz de grabar en forma inalámbrica todo lo que Spence ve, al tiempo que marca la pauta para una nueva era en prótesis cibernéticas.

De hecho, el uso de la cámara lo convierte técnicamente en un cyborg: un ser humano compuesto de elementos orgánicos y dispositivos mecánicos.

El video es de SkyNews.

http://youtu.be/MTlFgtjLLCE