El gobierno de Brasil anunció este sábado el desbloqueo de más de 200 millones de dólares para la reforma agraria, tras una semana de manifestaciones en las que participaron 4.000 campesinos sin tierra en Brasilia.

Con el dinero, que será desbloqueado este año -aunque se desconoce la fecha precisa-, se comprarán tierras para 20.000 familias que se encuentran actualmente instaladas en campamentos precarios al borde de las carreteras del país, precisó el ministro Gilberto Carvalho, secretario general de la presidencia.

El gobierno presentará además una proposición de refinanciamiento de las deudas de los pequeños agricultores, añadió Carvalho.

Según él, el campesino que tenga una deuda de hasta 10.000 dólares podrá renegociar el pago hasta en siete años, con una tasa de interés de 2%.

Carvalho indicó además que la presidenta Dilma Rousseff ordenó al Ministerio de Desarrollo Agrario y al Instituto de la Reforma Agraria (INCRA) presentar un plan de reforma agraria de urgencia y otro de mediano plazo con previsiones hasta 2014.

La semana pasada, los sin tierra manifestaron para exigir una reforma agraria, decepcionados por la política agraria del ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y por la expansión de grandes negocios relacionados con la agricultura en detrimento de la agricultura familiar.

“Dilma (Rousseff) enriqueció a los latifundistas y olvidó a los sin tierra”, protestaban los campesinos, que acamparon en pleno centro de la capital de Brasil, en espera de una respuesta del gobierno.

En este país, 1% de los propietarios ocupan 45% de las tierras cultivables, según cifras oficiales.

Hace quince días, unos 50.000 personas también manifestaron en Brasilia para reclamar tierras.

Durante el gobierno de Lula se aseguró que se habían distribuido tierras a 600.000 familias entre 2003 y 2010. Sin embargo, los movimientos de protesta de los campesinos afirman que aún existen en el país cuatro millones de familias sin tierra y que 200.000 de ellas viven en campamentos precarios.