Las construcciones en piedra de la ciudadela inca de Machu Picchu, en el sur del Perú, son afectadas por al menos 47 especies de hongos y algas, algunas de las cuales pueden provocar su deterioro, informó este martes el Instituto Nacional de Cultura.

“Los líquenes se están propagando y dispersando rápidamente afectando los muros y piedras de la ciudadela de Machu Picchu”, dijo a la AFP el jefe del parque arqueológico, Fernando Astete.

Astete señaló que hasta el momento biólogos peruanos han determinado que unas 47 especies de líquenes (simbiosis de hongos y algas) afectan las piedras y muros de Machu Picchu.

“El impacto visual del monumento está siendo afectado porque estos hongos son biodegradadores y su acción es dañar lentamente las piedras”, indicó Astete.

Por su parte, la bióloga Gladys Huallparimachi dijo a la prensa que este problema se podría agravar si no se controla.

“Estos líquenes son conocidos como especies aprovechadoras de la porosidad de la piedra granito”, señaló Huallparimachi.

El director regional de Cultura del Cusco, David Ugarte, dijo a la prensa que solicitará ayuda a expertos de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) para luchar contra la propagación de líquenes.

“Convocaremos un equipo altamente especializado de la Unesco, para que se pronuncie sobre el particular y nos ayude a combatir los líquenes”, manifestó Ugarte.

Machu Picchu, joya del turismo peruano, acaba de celebrar el centenario de su descubrimiento científico por el estadounidense Hiram Bingham en julio de 1911.

La ciudadela, que marcó el apogeo de la civilización inca fue construida en el siglo XV por el emperador inca Pachacútec, y fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1983.