El ultraconservador gobernador de Texas, Rick Perry, anunció este sábado su candidatura a la investidura republicana para la elección presidencial estadounidense de 2012, una candidatura de peso entre los adversarios de Barack Obama.

“Yo declaro mi candidatura a la presidencia”, dijo Perry en un evento en Charleston, Carolina del Sur, donde ante unas 500 personas enfatizó: “Es el momento de poner a trabajar de nuevo a Estados Unidos”.

“Estados Unidos no está quebrado, Washington está quebrado”, agregó en un discurso donde evocó a Dios varias veces, hizo un llamado al silencio para agradecer a los militares y abundó en las cifras positivas de empleo y recaudación fiscal de Texas, como ejemplo de lo que sería capaz de hacer si llega a la Casa Blanca.

Después de meses de flirtear con lanzar una campaña, Perry estrenó este sábado una página web que anunciaba desde la portada “Rick Perry Presidente”.

“Con fe en Dios, con el apoyo de mi familia y una firme creencia en la bondad de América, soy un candidato a la presidencia de Estados Unidos”, anunció Perry en un comunicado en su página web casi una hora antes de su declaración oficial en Carolina del Sur.

El político de 61 años reemplazó al republicano George W. Bush como gobernador de Texas cuando éste se lanzó a la presidencia en el 2000. Dos años después ganó por voto popular y desde entonces se ha mentenido en el poder con un discurso agresivo, patriota, duro frente temas sociales y de profunda fe cristiana.

“Un verdadero conservador, Rick Perry es el único gobernador de Texas desde la Segunda Guerra Mundial que redujo el gasto de los ingresos generales”, decía su comunicado, lo cual fue repetido en su declaración oficial como candidato a las primarias de los republicanos.

“Firmó recortes fiscales históricos como una de las reformas más fuertes ejecutadas en el país. Desde junio de ’09, más del 40 por ciento de todos los nuevos puestos de trabajo creados en Estados Unidos, han sido en Texas”, agregó el anuncio en el sitio web.

Al criticar al presidente Barack Obama por su manejo de la economía, en la reforma del seguro de salud universal y en la política exterior, Perry dijo que su objetivo era que el gobierno fuera lo más intrascendente posible en la vida de los estadounidenses.

“Rechazamos esa fijación desenfrenada de este presidente de tomar más dinero de nuestras billeteras y de los bolsillos de las familias estadounidenses”, dijo Perry.

“No podemos permitirnos cuatro años más de este liderazgo sin rumbo”, aseveró en el acto adonde asistió su esposa Anita Thigpen y sus dos hijos, entre otros miembros de su familia y figuras políticas del partido Republicano en el sureste de Estados Unidos.

“Él tiene que ser considerado un candidato de primer nivel. Inmediatamente saltó al tope del grupo de candidatos” republicanos, dijo Matt Dickinson, profesor de ciencias políticas en Middlebury College en Vermont.

“La razón por la que Perry es un candidato creíble de primer orden (…) es que viene de un estado que ha creado puestos de trabajo en la recesión”, dijo Dickinson a la AFP.

El talón de Aquiles más obvio de Obama en miras a las elecciones del 6 de noviembre del próximo año es la economía. Aún está luchando con un desempleo por encima de 9% mientras intenta recuperar parte del escenario de bonanza que había antes del colapso mundial de 2008.

El ingreso a esta contienda de Perry, conocido como un político agresivo, de estilo “vaquero”, amenaza a otros ocho precandidatos republicanos para las presidenciales que el viernes juraron en Iowa (centro) anular toda la obra del demócrata Barack Obama, candidato a la reelección en 2012.

Perry aspira a enaltecer sus credenciales como un conservador voraz y lo que sus partidarios llaman “el milagro económico de Texas”, una mezcla prometedora en la política estadounidense.

“Soy un gobernador pro-empresarios. Seré un presidente pro-negocios”, dijo Perry a la revista Time en una entrevista publicada el jueves, poniendo de relieve su oposición a los impuestos.