Un estudio comparativo entre diferentes países europeos indica que los programas de detección han tenido poco impacto en la reducción de la mortalidad por cáncer de mama en los últimos veinte años.

El equipo de Philippe Autier, del International Prevention Research Institute, de Lyon (Francia), comparó la evolución de la mortalidad por cáncer de mama en tres “parejas” de países europeos con el mismo sistema de prevención, pero con un desfase en la fecha de aplicación del mismo.

Entre 1989 y 2006, la mortalidad por cáncer de mama se redujo un 29% en Irlanda del Norte, donde hay programas de detección desde comienzos de los 90. En la República de Irlanda, donde se introdujo la detección en 2000, la mortalidad se redujo un 26%.

La tasa disminuyó un 25% en Holanda (donde se organizó el programa de prevención en 1989 y se generalizó en 1997), frente a un 20% en Bélgica, donde el programa comenzó en 2001. En Flandes, región del norte de Bélgica, se redujo un 25%.

La reducción fue de 16% en Suecia, pionera con un sistema en marcha desde 1986, y de un 24% en Noruega, que apenas generalizó su programa en 2005.

Según los autores, estas comparaciones llevan a pensar que la detección no ha desempeñado un papel directo en la reducción de la mortalidad en los últimos años. Por el contrario, los avances en los tratamientos y la mejora de los sistemas sanitarios “pueden ser explicaciones más plausibles”, consideran.

“Yo mismo animé mucho a la detección del cáncer de mama en los años 90″, cuenta Philippe Autier a la AFP. “Desde que estudiamos los efectos a largo plazo en la mortalidad, muchos datos nos muestran que el impacto es débil o nulo”, añade.

“Hay preguntas, y es el momento de dar respuestas, porque no se puede seguir promoviendo algo que tal vez no es muy eficaz”, estima el epidemiólogo.

Solicitado por la AFP, el doctor Jérôme Viguier, responsable del departamento de detección en el Instituto Nacional del Cáncer (INCa) en Francia, se mostró reservado sobre la metodología del estudio, publicado el viernes en el sitio web del British Medical Journal (BMJ).

“La mejora del pronóstico del cáncer de mama es multifactorial. Es muy difícil distinguir entre las diferentes evoluciones complementarias, que se han llevado adelante de forma paralela”, observa.

El doctor Viguier destaca igualmente que la disminución de la mortalidad, si bien es el objetivo de la detección sistemática, no es su único efecto.

“El objetivo de la detección sistemática es también afrontar antes la enfermedad, para tener tratamientos menos pesados, menos mutiladores, con menos secuelas”, subraya.

El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres en todo el mundo, en 2008 se estima que se dieron 1,4 millones de nuevos casos y además es el cáncer que más mortalidad provoca entre las mujeres.