Centenares de personas protestaron este domingo por la noche en Serbia en contra del fallo de un tribunal de Budapest que absolvió a Sandor Kepiro, un húngaro acusado de crímenes de guerra en Serbia en 1942 y considerado como uno de los últimos presuntos criminales de guerra nazis aún con vida.

En respuesta al llamado de la Asociación a la Memoria del Holocauto, los manifestantes se reagruparon en Belgrado y en Novi Sad (norte), y reclamaron al grito de “¡Culpable!” un nuevo juicio contra Sandor Kepiro, constató la AFP en la capital serbia.

Sandor Kepiro, de 97 años, fue absuelto el 18 de julio por un tribunal de Budapest por falta de pruebas de parte de la acusación. Kepiro estaba acusado de complicidad en crímenes de guerra cometidos entre el 21 y el 23 de enero de 1942 en Novi Sad, territorio hoy serbio y entonces anexionado por Hungría, aliada de la Alemania nazi.

La fiscalía húngara, que había pedido como mínimo una pena de tres años de prisión, apeló el fallo.

Uno de los organizadores de la protesta en Belgrado, Avram Izraeli, declaró que esperaba que “la corte tome la buena decisión en un nuevo juicio”.

En Novi Sad los manifestantes marcharon desde la plaza central de la ciudad hasta el lugar en donde las víctimas fueron detenidas en 1942 antes de ser ejecutadas, informó la agencia Beta.

Ljubisa Letic, de 86 años, uno de los pocos sobrevivientes de esta ejecución, estaba entre los manifestantes, según la misma fuente.

En la masacre murieron al menos 1.200 civiles, judíos y serbios. Durante el juicio en el que fue finalmente absuelto, Kepiro, que se había declarado inocente, tuvo que responder personalmente por la muerte de 36 personas, cuya ejecución habría ordenado, según la acusación.

En 1944, Sandor Kepiro fue condenado a diez años de prisión por un tribunal militar, pero las autoridades de la época anularon la decisión. En 1946 un tribunal del régimen comunista lo condenó en ausencia a 14 años de cárcel.

Sandor Kepiro nunca purgó ninguna pena, ya que logró huir a Argentina, donde permaneció más de 50 años, hasta que volvió a Hungría en 1996.