Las aspiraciones presidenciales de la ex primera dama de Guatemala, Sandra Torres, se disputarán ahora en los tribunales, luego de que las autoridades electorales rechazaran definitivamente su inscripción como candidata a los comicios de septiembre.

El oficialismo decidió acudir a la Corte Suprema y eventualmente a la Corte Constitucional luego de que este lunes el Tribunal Supremo Electoral (TSE) rechazara, por tercera ocasión en una semana, la solicitud de inscripción de Torres.

El TSE considera que Torres incurrió en “fraude de ley” al divorciarse del presidente Álvaro Colom, en abril, para superar una prohibición constitucional a su candidatura. La Carta Política también impide la reelección de Colom.

“Estamos preparando el recurso que plantearemos ante la Corte Suprema de Justicia en las próximas horas”, dijo a la AFP el diputado Manuel Barquín, secretario general adjunto de la Gran Alianza Nacional (GANA), partido aliado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, socialdemócrata) de Colom.

“Ya concluyó la parte administrativa y ahora toca la parte jurisdiccional. Es como un partido de fútbol, ya terminó el primer tiempo, pero falta el segundo”, afirmó Barquín.

Dijo que el oficialismo confía en que la Corte Suprema tramitará con celeridad el recurso de amparo que será presentado en las próximas horas y que su fallo será favorable.

Según un ex presidente del TSE, Mario Guerra Roldán, en caso que la Corte Suprema rechace el recurso en favor de Torres, la alianza oficialista puede acudir a la Corte de Constitucionalidad, la máxima instancia judicial del país, cuyo fallo será definitivo e inapelable.

“Todavía pueden acudir a las instancias legales para ver si ordenan la inscripción de la candidata. Es un proceso normal, está establecido en ley, por lo que pueden apostarle a este procedimiento”, resaltó Guerra.

En 1990, la Corte Constitucional negó el derecho a ser candidata a la esposa del entonces presidente Vinicio Cerezo (1986-1991), Raquel Blandón, argumentando que la Carta Magna prohibía postularse al cónyuge de un mandatario saliente.

La vía está llena de obstáculos para Torres, pues una encuesta publicada este martes, otorga al candidato opositor derechista Otto Pérez Molina casi 25 puntos de ventaja sobre ella, quien ha manejado los planes de asistencia social de Colom, un tema clave en un país con la mitad de la población en la pobreza.

Torres ha continuado con su agenda proselitista y en diferentes mítines el fin de semana declaró que seguirá su “batalla legal”, afirmando que su candidatura es “legal y auténtica”.

Esta es la segunda vez en Guatemala que la inscripción de un candidato presidencial es disputada en los tribunales, luego de que, en 2003, el ex dictador militar Efraín Ríos Montt (1982-1983) lograra un fallo favorable de la Corte de Constitucionalidad, para superar una norma que prohíbe postularse a los ex gobernantes de facto.

Más de siete millones de guatemaltecos están llamados a elegir el 11 de septiembre al nuevo presidente y vicepresidente, así como a 158 diputados, 333 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.