Para reducir o estabilizar sus deudas, varios países de la OCDE tendrán que “sanear de manera drástica sus finanzas púbicas y, en ciertos casos, los programas actuales no serán suficientes”, estima la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en un informe publicado el viernes.

Comparando los gastos públicos en porcentaje del producto interior bruto (PIB) antes y después de la crisis, este informe, titulado “Panorama de las administraciones públicas”, muestra que la proporción de los gastos disminuyó 0,6 punto como media en los países miembros de la OCDE entre 2000 y 2007.

En cambio, esa misma proporción aumentó 4,9 puntos entre 2007 y 2009, recalca el informe.

Ese aumento “refleja sobre todo el incremento de gastos resultantes de medidas de apoyo que debieron tomarse para asegurar la estabilidad del sistema financiero y estimular la economía en respuesta a la crisis”, dice el texto.

En detalle, entre 2007 y 2009, los aumentos más fuertes de gastos públicos fueron los de Irlanda (+12,1 puntos) y de Estonia (+10,8).

La OCDE estima que “las finanzas públicas de numerosos estados están en una trayectoria insostenible”.

“Con respecto a 2010, una mejora de aproximadamente 4% del PIB como media será necesario para permitir una simple estabilización de la relación deuda/PIB en 2026″, considera la organización.