Las bandas criminales formadas por ex paramilitares y narcotraficantes asesinaron a cuatro personas y provocaron un desplazamiento masivo en tres poblaciones de Colombia, en el que también intervino la guerrilla, advirtió el miércoles la presidencia.

Tres poblaciones “viven una emergencia humanitaria debido al desplazamiento masivo de familias indígenas y campesinas, que huyen de sus hogares por la presencia e incursión de bandas criminales al servicio del narcotráfico”, señaló la Agencia Presidencial para la Acción Social, en un comunicado.

Según el organismo, los nuevos desplazamientos se presentan en Cáceres, en el departamento de Antioquia (noroeste); Policarpa, en Nariño (sur, frontera con Ecuador); y Puerto Libertador, en Córdoba (sobre la costa Caribe, norte).

En Cáceres, “unas 20 familias, 17 de ellas indígenas de la etnia Zenú, y tres campesinas, abandonaron sus hogares tras el asesinato de cuatro miembros de la comunidad a manos del grupo Águilas Negras. Una de las víctimas era un líder comunitario, presidente de la Junta de Acción Comunal local”, señaló.

En el segundo hecho, ocurrido en la frontera con Ecuador, la agencia presidencial aseguró que unas 61 personas, pertenecientes a 15 familias del corregimiento de Santa Cruz, se vieron obligados a desplazarse hacia la cercana población de Madrigal.

La emergencia humanitaria es ocasionada por la presencia del grupo armado ilegal Rocas Campesinas, una célula de los Rastrojos, y de la guerrilla de las FARC. Ambos grupos mantienen enfrentamientos y atropellos contra la población civil por el control territorial“, precisó.