El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, valoró este miércoles la oficialización del Reglamento sobre Créditos Universales, el cual permitirá transparentar y comparar el costo de los créditos, beneficiando a cerca de 10 millones de consumidores que participan del mercado crediticio.

Esta norma, que forma parte de la III Reforma al Mercado de Capitales (MKIII), fue aprobada en su último trámite en agosto del año pasado y su reglamento de aplicación fue publicado hoy en el Diario Oficial.

Al respecto, el secretario de Estado explicó que actualmente existen actores muy heterogéneos en el mercado crediticio (bancos, cooperativas, casas comerciales, cajas de compensación, etc.), sobre todo en el segmento de créditos de consumo, sin una regulación uniforme, lo que genera altos costos de búsqueda debido a la entrega también heterogénea de la información.

Esto se suma a que los costos de cambio (una vez que se entra en un contrato de crédito) también son altos, lo que reduce la movilidad de los consumidores y la competencia en el sistema. Por lo mismo, dijo, es clave contar con una adecuada regulación que garantice que el precio final a pagar por un crédito se dé a conocer en forma clara y transparente antes de su adquisición.

El ministro precisó que el reglamento establece a las instituciones financieras la obligatoriedad de ofrecer un conjunto de productos estándar, los “créditos universales”, así como la publicación, en un lugar visible para el público, de un instrumento que facilite la comparación de precios, la “carga anual equivalente”.

“Esta medida aumentará la transparencia y potenciará la competencia en el mercado del crédito, para los créditos hipotecarios, de consumo y tarjetas de crédito, que son los más utilizados por los ciudadanos”, enfatizó Larraín.

El jefe de las Finanzas Públicas detalló que el establecimiento de los llamados “créditos universales” permitirá la estandarización del producto (crédito de consumo, hipotecario, tarjeta de crédito), sin “ventas atadas”, ya que otros servicios asociados deben cobrarse por separado, explicitando su costo. Además la estandarización de información mínima en contratos y estados de cuenta, y de los seguros y tipos de comisiones que se pueden cobrar en estos créditos.

Asimismo, la creación del indicador “carga anual equivalente” permitirá presentar en un solo “precio” todos los cargos implícitos en un contrato de crédito (tasa de interés, costos legales y comisiones, entre otros), lo que facilitará la comparación del costo real de un crédito de similares características entre distintos oferentes.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que “esperamos que con estos productos estándar exista mejor información y, con ello, más competencia por los créditos básicos (hipotecarios, de consumo y de tarjetas de crédito)”.

Según el reglamento publicado hoy en el Diario Oficial, la supervisión de estos productos estará a cargo de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), mientras que la información y protección de los consumidores quedará en manos del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).