El secretario de Transporte estadounidense, Ray LaHood, anunció el despido de dos controladores aéreos, luego de una serie de incidentes que involucraron a controladores que se quedaban dormidos en sus horas de trabajo o que mostraban un comportamiento poco profesional.

Dos controladores aéreos, uno de Miami, Florida (sureste), y otro de Tennessee (sur), fueron despedidos, anunció LaHood el miércoles en la noche a la cadena PBS.

El primero de estos controladores tomó la iniciativa de guiar al piloto de un Boeing 737 sobre un pequeño avión que había perdido el contacto por radio, una acrobacia absolutamente prohibida por las reglas de control aéreo.

“No se guía un enorme avión arriba de uno pequeño, sólo para ver el espectáculo”, declaró LaHood.

El otro controlador, quien trabajaba en Knoxville, Tennessee, fue sorprendido en plena siesta. “De hecho había hecho su cama en la torre de control, con almohada y cobijas. Fue despedido”, explicó el secretario.

En estas últimas semanas, la agencia estadounidense de aviación civil (FAA) afrontó una serie de incidentes embarazosos que provocaron la suspensión de nueve controladores aéreos.

La mayoría de ellos se quedaron dormidos durante sus horas de trabajo, cuando se supone que deben garantizar, solos, la permanencia en sus puestos. Otro de ellos fue sorprendido viendo películas.

El colmo fue cuando el avión de la primera dama estadounidense, Michelle Obama, tuvo que interrumpir su aterrizaje en la base aérea Andrews (Maryland, noreste), pues la distancia mínima entre el Boeing y un avión de carga militar que estaba aterrizando no había sido respetada.

Las autoridades estadounidenses anunciaron la apertura de una investigación sobre este error, cometido una vez más por un controlador aéreo civil. De ahora en adelante, un responsable deberá vigilar los vuelos que transporten a la primera dama y al vicepresidente, indicó la FAA.

Además de los despidos, se reformarán los horarios y períodos de descanso de 15.000 controladores aéreos estadounidenses.