La académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, Yolanda Aravena, recomendó que para retardar el envejecimiento hay que alimentarse con productos que contienen antioxidantes tales como la mayoría de las verduras, frutas, leguminosas, té, nueces, ajo, orégano, entre otras.

“Éstos, dijo, tienen la capacidad de eliminar o neutralizar la acción de los radicales libres, limitando los efectos adversos del daño oxidativo como el inicio y progresión de muchas enfermedades durante el envejecimiento”, expresó la especialista.

Explicó que el aumento de radicales libres y las comidas con bajo alimentos antioxidantes provocan el daño oxidativo de la membrana celular y del genoma, propiciando un envejecimiento acelerado.

“Cuando se produce una formación no controlada de radicales libres que exceden la actividad de los sistemas de defensa, trae como consecuencia un envejecimiento acelerado, que influye en patologías cardiovasculares, como trombosis, infarto, ateromatosis, además de neoplasias (colon, hepática, pulmonar) y otros como cataratas, cáncer y enfisema”, dijo la experta.

Expresó que diversos factores pueden ser causantes del daño oxidativo en el organismo, entre estos se encuentran el consumo de drogas, exposición al humo del tabaco, la contaminación ambiental y una alimentación inadecuada.

Sin embargo, sostuvo que existen evidencias epidemiológicas que indican que el consumo de frutas y verduras reduce en 50% el riesgo de cáncer digestivo, de mamas, vías respiratorias, enfermedades cardiovasculares, la progresión de enfermedades degenerativas como el Parkinson y Alzheimer, además de degeneración macular, sostuvo Yolanda Aravena.

Respecto en qué comidas y bebidas encontrar los antioxidantes, precisó que, por ejemplo, los Flavonoides son un grupo de antioxidantes presentes en el té, frutas cítricas, cebollas y ajo. Los isoflavonoides se encuentran en la soya. Las catequinas y polifenoles, en tanto, poseen un efecto antitumoral y se encuentran en el té verde y negro.

El ácido clorogénico, es un potente antioxidante, contenido en gran cantidad en el café.

Por su parte, los Polifenoles tienen una gran actividad antioxidante y se los puede encontrar en el vino tinto, piel y pepa de uva, arándanos, avena, ajo, jenjibre, orégano y tomillo.

La vitamina E, es otro antioxidante liposoluble y junto a la vitamina A, tienen un papel importante como agentes protectores frente a la peroxidación lipídica y padecimientos como cataratas. Además, ayudan a combatir enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las alteraciones en la función inmunitaria. También desempeñan una acción relevante en la disminución de la progresión del Alzheimer.

Los carotenos, existen en abundancia en la naturaleza en frutas y verduras de colores amarillo, rojo, verde oscuro, y anaranjado como la zanahoria. Un potente caroteno es la astaxantin presente en el salmón natural, que junto a la luteína, intervienen en el mantenimiento de la retina, agudeza visual. La luteína pueden encontrarla en espinacas, repollo, brócoli, maíz, pimentón, naranja.

La vitamina C se asocia a la protección contra las enfermedades degenerativas, como el cáncer y enfermedades cardíacas, se encuentra en cítricos como tomate, pimentón, frutillas y arándanos.