Un vicepresidente de la Duma (Cámara baja rusa), el jefe del partido liberal-demócrata LDPR Vladimir Zhirinovski, sugirió el domingo proponer a Japón que desplace su población hacia los amplios espacios desocupados de Rusia, frente a los riesgos sismológicos que corre.

Zhirinovski, conocido por sus declaraciones insólitas o estrepitosas, estimó que el violento sismo y el tsunami que afectaron el viernes a Japón mostraban que los habitantes de ese país debían abandonar el territorio que ocupan si querían sobrevivir.

“Luego de los últimos acontecimientos en Japón, la fracción parlamentaria LDPR propone al gobierno ruso que proponga a los japoneses iniciar consultas sobre la cuestión de un desplazamiento de (sus) habitantes hacia el territorio ruso”, declaró Zhirinovski.

“Se trata de una amenaza de desaparición de la nación japonesa en un futuro próximo”, destacó Zhirinovski, en declaraciones transmitidas a la AFP.

“Tenemos mucho espacio, se puede dar empleo a cerebros y brazos, en particular a los japoneses”, agregó.

“Para nosotros no se trata de compartir islas, proponemos evitar una catástrofe humanitaria. Que vayan allí donde hay lugar, que construyan, que se instalen, no molestarán, y Rusia tiene todo para ganar al recibir a un pueblo tan trabajador”, declaró Zhirinovski.

Moscú y Tokio mantienen un difícil diferendo territorial en relación con las Kuriles del sur, cuatro islas situadas al norte de Japón, anexadas por la URSS en 1945 y que Tokio reclama en vano. Este problema ha impedido hasta ahora la firma de un tratado de paz entre los dos países.

Rusia, el país más extenso del mundo y particularmente despoblado en Siberia y en sus regiones del Extremo Oriente, vive una profunda crisis demográfica desde la caída del régimen soviético en 1991.

La población rusa disminuyó en veinte años de 148 millones a poco más de 140 millones de habitantes y podría perder a otros 24 millones de aquí a 2050.