Familia de niño muerto tras presunta negligencia denuncia desidia de las autoridades comunales de Panguipulli. Acusan que no se ha iniciado investigación a pesar de sus reiteradas solicitudes

Los padres de Leandro Mauricio Burgos Cain, de tres años y 11 meses, exigen justicia por la muerte de su pequeño. Acusan que su hijo podría estar vivo si los funcionarios de dos centros de salud rurales de Panguipulli hubiesen hecho su trabajo correctamente.

La pesadilla para ellos se inició la madrugada del 20 de febrero. A las 01:00 horas llegaron con el niño al Centro de Salud Familiar, Cecof de Neltume, con vómitos, diarrea y fiebre. El paramédico, a quien acusan los atendió de malas ganas, no consultó al profesional del centro y después de recetar supositorios y medicamentos derivó al pequeño a su domicilio. A la mañana siguiente volvieron con Leandro al consultorio, con síntomas agravados.

Recién ahí, denuncian, el paramédico llevó al niño en ambulancia a Panguipulli, Pero el calvario no terminaría para ellos, porque aseguran que en Punahue fue cambiado a otra ambulancia, de las mismas condiciones.

En la ocasión, un enfermero le habría tocado el estómago y le habría ordenado al paramédico que siguiera sólo al hospital de la comuna. En el viaje, el niño perdió los signos vitales y su hermano mayor, de 18 años, debió ayudar con las maniobras de resucitación, sin tener conocimientos. Leandro llegó muerto y Hermógenes Burgos cree que si no se hubiese registrado una seguidilla de malas decisiones, su hijo estaría vivo.

Hermógenes Burgos y Nancy Cain aseguran que apenas sepultaron a su hijo pidieron al Cecof y a la Dirección Municipal de Salud de Panguipulli, que iniciaran una investigación interna, sin que hasta ahora tengan respuesta a la solicitud.

La Fiscalía investiga la muerte de Leandro y pidió exámenes toxicológicos e histológicos al Servicio Médico Legal de Santiago, ya que el informe de autopsia concluyó que la causa de muerte es indeterminada.