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Chile registró en 2010 una fuerte caída en los índices de divorcialidad y un significativo aumento en la cantidad de matrimonios celebrados en todas las regiones del país. Así lo demostró un estudio estadístico preparado por Ricardo Viteri, director del portal web especializado en divorcios, www.separadosdechile.cl
El indicador de divorcialidad, que según expertos europeos es un referente de las probabilidades de que un matrimonio fracase, se analizó desde que entró en vigencia el divorcio hasta Diciembre 2010 y se basó en estadísticas de matrimonios y divorcios del Servicio de Registro Civil en cifras de separaciones legales efectivamente tramitadas y decretadas por el Poder Judicial, y se compararon tales cifras con las de países con las tasas de divorcios más altas del mundo.
Las conclusiones más importantes del estudio indican que entre el 2005 y 2009 se produjo un previsible aumento de separaciones de hecho y legales en el país, producto de la legalización del divorcio.
El “peak” de los divorcios se produjo en septiembre 2009 cuando estos prácticamente igualaron a los matrimonios, alcanzando el país, en tiempo récord, uno de los índices más altos del planeta de 92.6%, lo que se traduce en que por cada 100 parejas que se casaban, 92 se divorciaban.
Desde entonces, los divorcios han demostrado una costante tendencia a la baja, registrándose el 2010 un índice de divorcialidad de 82.8%. Si el cálculo se efectuara entre las bodas y los divorcios decretados por el Poder Judicial, el índice sería incluso menor: 80.6%.
Según estadísticas informadas recientemente a Separadosdechile.cl por la Subdirección de Estudios y Desarrollo del Servicio de Registro Civil, entre el 2009 y el 2010 los matrimonios aumentaron de 57.836 a 62.216, en contraste con los divorcios que disminuyeron de 53.564 a 51.534 .
Todas las regiones disminuyeron entre 2009 y 2010 su índice de divorcialidad, exceptuando la región del Maule, que lo aumentó levemente, de 81.3% a 83.0%. “Mención especial merecen Aysen y Magallanes, cuya caída de ese indicador ha sido espectacular: de más de 41 y 23 puntos respectivamente”, afirmó Viteri.
Las dos regiones del extremo norte, Tarapacá y Arica-Parinacota, junto con La Araucanía, son las que exhiben en la actualidad los indicadores de divorcialidad más bajos del país.
“Tarapacá, es por lejos, la zona más propicia para quien quiera iniciar una vida en pareja y formar una familia estable. Tiene el menor índice de divorcialidad de Chile y es la única región en que la cantidad de divorcios inscritos el 2010 fue la más baja de los últimos tres años”, aseguró Viteri.
Respecto a las proyecciones para los próximos años, Viteri advirtió que la actual tendencia de incremento en los matrimonios y baja en los divorcios se revertirá bruscamente al regular las uniones de hecho.
Tal conclusión se desprende del análisis de estadísticas de los últimos 20 años de la población de casados, convivientes y separados informadas en las encuestas Casen-Mideplan, cifras del INE y del Registro Civil, constatándose que sólo entre 2000 y 2009 hubo una disminución de más de 87 mil casados en contraste con el segmento de los convivientes, cuya cifra se disparó, aumentando en 658 mil las personas que decidieron convivir, a sabiendas que tal unión de hecho no está regulada y sus integrantes quedan más desprotegidos que los que conforman una familia matrimonial.
Pese a ello, la gran mayoría de los solteros y divorciados están eligiendo ese modelo de vida en pareja y de formar una familia .
Por tanto, “Si bien es cierto que se hace imperioso regular tales uniones informales, no es menos cierto que al hacerlo, se deberán paralelamente implementar y aplicar políticas de fortalecimiento a las uniones de pareja, tanto de hecho como matrimoniales. De no hacerlo, se producirán , inevitablemente, cambios sociales indeseables y destructivos para nuestra sociedad”, aseguró Viteri.
