El ‘mito’ de Popeye el marino, recordado personaje de tiras cómicas creado en 1929 por Elzie Crisler Segar, no estaba tan alejado de la realidad ya que, según un reciente estudio, comer espinacas sí ayuda a nuestros músculos.

Popeye | Wikipedia

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A través de un estudio publicado en la revista Cell Metabolism, los investigadores del Instituto Karolinska de Suecia determinaron que la planta ingerida por el dibujo animado estimula la capacidad muscular de quien la consume.

Específicamente, si una persona come 300 gramos de espinacas al día, puede reducir la cantidad de oxígeno que se necesita para que los músculos funcionen cuando se realiza ejercicio físico como, por ejemplo, andar en bicicleta.

Lo curioso del estudio es que, pese a que se creía que el secreto estaba en el hierro aportado por la verdura, es el alto contenido en nitratos lo que vuelve más eficientes a las mitocondrias -encargadas de aportar energía a importantes células-, lo que en palabras del autor del estudio, Eddie Weitzberg, “Es como si pusiéramos más combustible en los músculos”.

Para llegar a estos resultados, el investigador dio suplementos puros de nitratos a un grupo de voluntarios, equivalentes a un plato de 300 gramos de espinacas, y les pidió pedalear una bicicleta estática al comienzo y final del experimento mientras medía su consumo de oxígeno.

Luego, pudo comprobar que este consumo se redujo en hasta un 5%, en relación a un grupo control que sólo había tomado un placebo.

Esta investigación se complementa con aquellas realizadas por otros científicos, quienes postulan que sustancias como los nitratos, que abundan en verduras de hoja verde, previenen problemas cardíacos como los infartos. (Vía Muy Interesante)