El gigante farmacéutico estadounidense Johnson & Johnson dijo el lunes que está trabajando con doctores para mejorar una prueba que detecta células cancerígenas en la sangre, a fin de que algún día esté disponible en los consultorios médicos.

El método, conocido como microchip de circulación de célula cancerígena (Circulating Tumor Cell, CTC), ha sido calificado como un avance revolucionario en el diagnóstico del cáncer desde que fue desarrollado por primera vez hace varios años por doctores del Hospital General de Massachusetts (noreste).

Trabaja detectando células cancerígenas que se separaron de un tumor y circulan en niveles muy bajos en la sangre.

“Esta nueva tecnología tiene la posibilidad de facilitar una prueba de sangre fácil de administrar y no invasiva, que nos permitiría hallar células tumorales y caracterizar la biología de estas células”, dijo Robert McCormack, jefe de Innovación Tecnológica y Estrategia en Veridex, una división de Johnson y Johnson.

La sociedad reúne a Veridex, que es la única empresa que ha desarrollado una versión de la prueba en el mercado estadounidense, con investigadores clínicos, para desarrollar una versión mejorada de la tecnología actual.

La “próxima generación” busca mejorar la sensibilidad de la prueba actual y ponerla a disposición de oncólogos “como una herramienta de diagnóstico para el cuidado personalizado del paciente, y para que los investigadores aceleren y mejoren el proceso de descubrimiento y desarrollo de medicamentos”, explicó Veridex.