El insólito hecho se llevó a cabo en Spittal, una localidad Austriaca donde el ilusionista Klaus Fox permaneció por 24 horas acostado en un ataúd de hielo, ante la vista y paciencia de unas 2.500 personas.

Fox ha sido llamado “el señor del Frío”, pues antes ya había realizado una prueba similar, permaneciendo 8 horas sobre la nieve, según consigna la agencia Ría Novosti.

El ilusionista ingresó con chaleco y pantalones a un ataúd de 2 m x 70 cm, permaneciendo un día entero sin comer ni ingerir liquido alguno. Solamente tenía un teléfono celular en caso de emergencia.

Finalmente fox salió sin complicaciones, y tras dirigirse a un hospital para someterse a exámenes médicos comprobó su buen estado.