SpaceX lanzó el miércoles su cápsula espacial Dragon desde Cabo Cañaveral (Florida, sureste), en el primer intento de una empresa privada estadounidense de enviar una nave a órbita y recuperarla.

SpaceX en Twitter

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El lanzamiento de la cápsula a bordo de un cohete Falcon 9 ocurrió a las 12:45 horas de Chile, luego de que un intento previo fuera abortado justo momentos antes del despegue.

“Dragon está en órbita”, escribió la Nasa en su Twitter unos 10 minutos después del despegue. “Felicitaciones a SpaceX y su equipo por este exitoso lanzamiento”.

Se espera que la cápsula orbite la Tierra dos veces antes de intentar regresar a la atmósfera del planeta, para zambullirse en el océano Pacífico hacia las 19:00 horas de Chile..

Por ahora no viaja nadie a bordo de la cápsula Dragon, pero tiene espacio para siete tripulantes y una amplia bodega de carga, que puede suministrar provisiones a la Estación Espacial Internacional (ISS), luego de que la Nasa jubile su flota espacial el año próximo.

Nunca antes una empresa privada intentó el riesgoso desafío de enviar una nave espacial a orbitar la Tierra y regresarla al planeta, e incluso el propietario, SpaceX, afirma no estar seguro de lograrlo.

La operación tiene el objetivo de mostrar la habilidad de la cápsula de despegar y separarse del cohete Falcon 9, orbitar la Tierra, transmitir señales, recibir órdenes y luego reingresar a la atmósfera del planeta para ser recuperada en el océano.

Si el lanzamiento y los controles de comando son exitosos, el próximo paso será un vuelo alrededor de la Estación Espacial Internacional (ISS), en una misión de cinco días durante 2011.

El tercero sería un vuelo tripulado hacia la ISS, también en 2011.

El cohete Falcon 9 de 18 pisos de alto ya fue probado con éxito en junio pasado.

La Nasa y el gobierno de Estados Unidos alientan al sector privado a involucrarse en el espacio con el fin de tapar el agujero que dejará el fin del programa de transbordadores espaciales en 2011 hasta que comiencen a volar las nuevas naves.

Por ahora, Estados Unidos dependerá de los cohetes rusos Soyuz para acceder a la ISS durante el periodo de transición.