El incendio que ha causado estragos desde hace una semana en el parque nacional de Peneda-Gerés, en el norte de Portugal, estaba bajo control la tarde del martes, señaló Protección Civil.

Imagen: Parque de Peneda-Gerés

Imagen: Parque de Peneda-Gerés

Desde hace siete días, 200 hombres apoyados por aviones Canadair franceses y españoles combatían las llamas que consumían las áreas protegidas de la reserva natural de 70.000 hectáreas, que se extiende a lo largo de la frontera con la región española de Galicia (noroeste).

Según una primera estimación de los bomberos, el fuego destruyó unas 6.000 hectáreas de bosque en una zona accidentada y de difícil acceso del oeste del parque, la única área natural catalogada como parque nacional en Portugal.

Este martes Protección Civil señaló en su sitio web que la situación se había calmado en todo el país, con solamente cinco incendios “significativos” registrados. Dos de menor extensión continuaban activos en el parque de Peneda-Gerés.

Desde el pasado 23 de julio Portugal ha sufrido un fuerte recrudecimiento de incendios forestales, que -atizados por altas temperaturas y por fuertes vientos- superaron el promedio de 300 diarios.

Los numerosos incendios declarados desde comienzos de agosto en el país han destruido ya más de 58.000 hectáreas, lo que eleva el total de superficie quemada en el año a 71.000 hectáreas, indicó el martes la Autoridad Nacional de Bosques.

Además del parque de Peneda-Gerés, varias otras reservas naturales se han visto afectadas por incendios en las últimas dos semanas. Unas 2.500 hectáreas ardieron en el parque natural de la Sierra de la Estrella (centro) -catalogado como reserva biogenética por el Consejo de Europa-, en tanto que el parque ecológico de Funchal, en la isla de Madeira, quedó destruido en un 95%. También se reportaron incendios en el parque natural de Montesinhos, en la región de Braganza (noreste).

Sin embargo, el ministro portugués del Interior, Rui Pereira, señaló a la prensa que los daños causados por los incendios desde comienzos del año representan “casi la tercera parte de la superficie destruida durante el mismo período en 2005″, en el que ardieron 338.000 hectáreas.