El jefe del aeropuerto Presidente Ibáñez, Daniel Aravena, amplió una información dada a conocer esta mañana por La Radio. Admitió que bajó un avión LAN y al momento de que las ruedas llegaran a la pista de aterrizaje, tuvo un deslizamiento por efecto de una leve capa de escarcha.

Esto generó que el comandante de la aeronave pidiera los apoyos para verificar el estado del avión y posteriormente, despegó en forma normal. Añadió que nunca se salió del pavimento y siempre se mantuvo en las áreas de maniobra habituales.

Por las medidas de seguridad normales en el aviación y que corresponda que se haga, pidió apoyo terrestre. Llamó a la tranquilidad en especial a la comunidad de Magallanes. Dijo que ningún daño ocurrió a los pasajeros y tampoco a la aeronave.

Consultado por La Radio sobre el estado de la pista de aterrizaje, respondió que se había producido una condición de helada y junto con ello, neblina. Ella trajo una acumulación de agua acumulada y con el contacto de la superficie helada, produjo una especie de jaboncillo que es lo que debió producir el resbalamiento del avión.