La fiscalía interroga este viernes al general que presuntamente lideró un supuesto plan para conspirar contra el gobierno islamo-conservador de Turquía, donde se detuvo a otros 11 sospechosos, con lo que ya hay 31 arrestados por el caso, informó la prensa.

Este viernes, a primera hora, el tribunal que instruye el caso ordenó la detención preventiva de once sospechosos por su presunta implicación en el complot, informó la agencia Anatolia.

Se trata de nueve oficiales en activo, de los que dos son almirantes, y de dos militares retirados, uno de ellos general, según la misma fuente.

Las acusaciones retenidas contra los sospechosos se harán públicas en cuanto finalice la instrucción del caso.

“Nadie está por ncima de las leyes”, dijo el primer ministro Recep Tayyip Erdogan.

Hasta el momento, 31 militares en activo o retirados están en prisión preventiva, desde que el lunes se llevó a cabo una redada sin precedentes contra la influyente élite militar turca.

El general retirado Cetin Dogan debía contestar este viernes a las acusaciones retenidas contra él en el Palacio de Justicia de Estambul.

El jueves, el jefe del Estado Mayor turco y los principales dirigentes civiles del país intentaron mitigar la tensión durante un encuentro en Ankara, diciendo que “los problemas se resolverán dentro del marco constitucional”.

En el encuentro participaron el presidente Abdula Gul, el primer ministro Recep Tayip Erdogan y el jefe del Estado Mayor, el general Ilker Basbug.

Horas después de este encuentro, los fiscales dejaron en libertad a tres de los principales acusados: el ex jefe de la Marina Ozden Ornek, el ex jefe de la Aviación Ibrahim Firtina y el antiguo número dos del Ejército, Ergin Saygun, todos ellos generales retirados.

El supuesto complot golpista, como se ha dado en llamar, se fraguó en 2003 en el Primer Ejército de Tierra de Estambul poco después de la llegada al poder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, procedente de círculos islamistas), que hizo temer a sus opositores el fin del sistema político laico de Turquía.

El Primer Ejército estaba dirigido por Dogan, quien también fue una figura clave de la campaña militar que en 1997 forzó la dimisión del primer primer ministro islamista y mentor de Erdogan, Necmetin Erbakan.

Otros dos militares retirados prestarán declaración este viernes, según Anatolia.

Se desconoce si los sospechosos intentaron activar el plan, que salió a la luz en enero en el periódico Taraf.

La supuesta conspiración consistía en abatir un caza turco, provocar relaciones tensas con Grecia y colocar bombas en las mezquitas de Estambul para desacreditar al gobierno, con el fin de precipitar su caída.

Taraf reconoce que se habló de un plan en un seminario en marzo de 2003.

Pero Dogan niega la existencia de un complot golpista y asegura que se trataba de planes de emergencia ideados para el caso de problemas domésticos relacionados con grupos islámicos y una amenaza de guerra.

La investigación crispa la relación entre el gobierno y los militares, acusados ya de haber intentado derrocado al gobierno.

Los partidarios del AKP sostienen que el Ejército, que ya hizo caer cuatro gobiernos, debe dejar de entrometerse en política.

Sus detractores, por el contrario, insisten en que el AKP hace todo lo posible para debilitar a los militares con el fin de aplicar proyectos islamistas solapados.

El primer ministro lo niega. “Estos son los pasos de una democracia avanzada”, afirmó Erdogan.