La comunidad indígena candoshi de Perú se encuentra bajo amenaza de ser diezmada por una epidemia de hepatitis B, denunciaron sus jefes, que reclaman se declare en emergencia una región de humedales donde viven en la selva norte del país.

Indígenas Candoshi

Indígenas Candoshi

“Mi pueblo está sufriendo, estamos en serio peligro de extinción”, dijo en su idioma candoshi, Venancio Ucama Simón, ‘apu’ (jefe) de Puerto Chuinda, una lejana comunidad amazónica, en la provincia Daten del Marañón, en el departamento de Loreto.

El jefe candoshi se quejó de la desatención de parte de las autoridades sanitarias y pidió que se declare en emergencia sanitaria su región porque la epidemia se ha extendido y puede afectar, añadió, a otras etnias como las de los shapra, awajun, achuar, huambisa, entre otras.

“Hasta ahora han muerto 80 personas por la hepatitis B desde el año 2000″, dijo por su parte, Gianina Lucana, una enfermera candoshi, quien es representante de la ONG Fundación por la Conservación de la Naturaleza (WWF).

Lucana dijo que los primeros casos de hepatitis B aparecieron en los años 90 luego que el gobierno de ese entonces entregó una zona selvática en concesión para explotación petrolera a la Occidental Petroleum. “Antes no teníamos casos de esa enfermedad”, añadió.

El ‘apu’ Ucama llegó a Lima acompañado de otro jefe indígena, Sanchi Simón Camarandi, quien ofició de traductor, y de Tomasa Sánchez, una mujer con hepatitis B que degeneró en cirrosis por lo que fue internada de emergencia en un hospital de Lima.

“Los médicos han dicho que su estado no da opción a un tratamiento por su alto deterioro hepático y le dan sólo dos años de vida”, dijo Lucana.

El jefe Ucama Simón explicó que así como ella hay muchos casos en la población candoshi que además está afectada por otras enfermedades como paludismo y diarreas que afectan a los niños. “Muchos indígenas candoshi tienen el vientre hinchado, que es uno de los síntomas de la enfermedad”, señaló.

Lucana aseveró que lamentablemente no hay una estadística sobre las personas enfermas y que la última información data del año 2000, cuando se detectaron 169 casos.

“Pero desde esa época a la actualidad la situación ha empeorado, han habido muchas muertes aparentemente por hepatitis B, pero ello no se ha podido determinar con precisión por falta de atención médica”, dijo.