El espacio abierto en las candidaturas presidenciales a las propuestas para homosexuales, especialmente en uniones civiles, así como la aparición de parejas del mismo sexo en la franja televisiva llevó la semana pasada al obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ejecutiva de las Iglesias Evangélicas de Chile, a hacer un llamado a anular el voto.

Sin embargo, el escaso respaldo entre otros obispos evangélicos a esa convocatoria impulsó a Soto a echar pié atrás y optar por reunirse con los postulantes a La Moneda para escucharlos y plantearles sus reparos.

El primero en asistir a ese encuentro fue el candidato independiente Marco Enríquez-Ominami. Tras la cita el obispo Soto, comentó que continuarán en proceso de análisis, aunque agregó que lo más probable es que den libertad de acción a los fieles.

En tanto, una dura respuesta recibió Emiliano Soto de parte del Consejo de Obispos y Pastores de la Iglesia Evangélica, quienes criticaron cualquier intento por influir en la libre decisión de sufragio de los seguidores de su credo.

El candidato Enríquez-Ominami calificó como un diálogo intenso y franco el que sostuvo con la Mesa Ejecutiva de las Iglesias Evangélicas, y comentó que les propuso avanzar en igualdad entre las diversas religiones.

Mientras, en Temuco, el candidato presidencial de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, también salió a la conquista del electorado evangélico planteando que comparte sus valores.

Piñera agregó que en caso de llegar a la Presidencia los valores cristianos lo guiarán e iluminarán desde el primer hasta el último día de su mandato.