Los hispanos tienen cada vez más peso en la agenda política de Estados Unidos, donde serán claves en la redistribución de los escaños de la Cámara de Representantes del Congreso el año entrante, estimó un informe de la organización America’s Voice divulgado el martes.

En los estados que se prevé obtendrán más escaños en la redistribución que se hará en base al nuevo censo nacional de 2010 -Texas, Arizona, Florida, Nevada, Georgia, Oregon, Carolina del Sur y Utah- se observa un correlativo crecimiento de la población hispana, señaló el informe.

En Texas, que será el estado más beneficiado, con 4 bancas adicionales, 65% de sus nuevos habitantes son latinos, y en Arizona, que obtendrá dos legisladores, son el 48%.

El censo de 2010 servirá para redistribuir los 435 asientos de la Cámara de Representantes y la asignación de recursos federales a los estados.

“Los latinos se han vuelto un elemento permanente del cuerpo político estadounidense. Asumiendo que el censo sea fiel y exista un justo proceso de redistribución, los hispanos serán una fuerza política decisiva en la próxima década”, estimó Arturo Vargas, director de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos (NALEO, por su sigla en inglés).

Un punto interesante es que gran parte de los estados que conseguirán nuevos escaños están dominados por gobernadores del Partido Republicano, que es visto como poco propenso a apoyar una reforma migratoria en Estados Unidos, una de las principales preocupaciones de los hispanos, indicó el informe.

El electorado hispano ha crecido sistemáticamente y esta tendencia “hará cada vez más difícil para cualquier candidato ganar una elección en un estado o a nivel nacional sin el apoyo de los votantes latinos”, dijo Andrés Ramírez, vicepresidente del centro de debates progresista NDN.

Entre 2000 y 2008, los latinos registrados para votar crecieron 54%. En las elecciones de 2008, se calcula que votaron unos 10 millones de hispanos y más de dos tercios de ellos lo hicieron por Barack Obama.

Pero los autores del informe recuerdan que el electorado hispano es considerado “cambiante”, por lo que su apoyo puede ser capitalizado tanto por republicanos como por demócratas, dependiendo de la postura que adopten frente a la reforma migratoria.

Obama impulsa la aprobación de una reforma migratoria para principios del año entrante.