El número uno de la energía nuclear china, Kang Rixin, en la actualidad bajo investigación por ser acusado de haber desviado fondos públicos y recibido sobornos por unos 260 millones de dólares, fue oficialmente destituido, anunció la agencia oficial China Nueva.

Según algunos medios de comunicación chinos, las autoridades están tratando de averiguar si Kang Rixin recibió dinero del grupo nuclear francés Areva, a cambio de ayudarle a conseguir un contrato de suministro de dos reactores nucleares.

Areva obtuvo ese contrato en noviembre de 2007 por unos 8.000 millones de euros.