Basta una simple búsqueda por las redes sociales para encontrar diversas cuentas parodias, aunque son pocas las que han logrado sobresalir como History in Tofo.

Se trata de un fanpage que imita a History in Pictures, en el que se muestran diversas imágenes históricas con una reseña seria.

En esta versión chilena se mezclan personajes famosos con las más absurdas descripciones, todo bajo un divertido spanglish. Sólo en Facebook ya suman más de 116 mil seguidores.

“Cuando partimos hace cuatro años, tuvimos un estreno relativamente auspicioso”, comentó en conversación con BioBioChile Li Chong (28), uno de sus creadores. Luego de lograr cerca de 10 mil seguidores en Twitter, su cuenta fue suspendida.

Pasaron dos años en los que la idea quedó dormida, hasta que finalmente la retomaron hace un año y dos meses en Facebook.

“También estuvo apagada por medio año, sin subir mucho material, hasta que una foto de Felipe Avello como Julio Cortázar en sus últimos días da el primer empujón. Unos meses más tarde aparece el vocalista de Aerosmith como Diana Bolocco y desde ese entonces el aumento en la difusión ha sido meteórico”, sostuvo.

Son ocho personas las que se encuentran detrás del cómico fanpage, entre los que se cuenta una lingüista y profesora de Inglés, un egresado de Derecho, un licenciado en Historia y magíster en Recursos Humanos y un Publicista, entre otros. Sin embargo, a pesar de la popularidad que ha alcanzado History in Tofo, prefieren mantener un bajo perfil.

¿Será acaso que su éxito se debe a que a los chilenos nos gusta reírnos de los demás? “No sé si sea el reírse de los demás, ya sea con mala uva o de buena fe, rozando la inocencia lo que le brinda a History in Tofo su aparente popularidad -la cual discutimos y creemos sobredimensionada- sino la explotación del absurdo en un registro accesible a los grandes públicos”, responde Li.

El joven sostiene que contrario a otras experiencias, el absurdo de relacionar una foto absolutamente descontextualizada con un pie de foto que relaciona personajes y actos imposibles de ver en planos reales es lo que gatilla la reacción primordial de hilaridad.

“Pero, primordialmente, los criterios que usamos para fijar un atisbo de hilaridad -no es que nos creamos infaliblemente graciosos- dicen razón con el absurdo, no con la mofa. Pero como en la literatura, la mitad del mensaje sale del creador, y el restante en el receptor. Si éste lo adapta y halla el hilo de la hilaridad en la mofa ajena, no podemos hacernos cargo de ello”, puntualizó.

Fue en medio de esta conversación que le preguntamos a Li respecto al proceso de creación de las publicaciones. ¿Le dan forma entre todos? ¿Cada uno sube su propio material? A continuación la respuesta.

“Es pura serendipia. Podemos estar caminando y hallar una idea. Puede que la anotemos, puede que si hay recursos disponibles la publiquemos de inmediato, o nos esperamos a llegar a casa lo hagamos”, afirmó.

Junto con señalar que también reciben muchas colaboraciones por parte de sus lectores, indicó que cada uno de los integrantes del grupo detrás del History in Tofo sube su material, sin consulta previa.

“Cuando alguien tiene una imagen de la cual pueda requerir ayuda, la pide en el chat interno que tenemos, pero más injerencia creativa no hay”, destacó.

Eso sí, Li aseveró que dadas las restricciones al discurso al que somete la plataforma Facebook “debemos, con dolor, pedir habitualmente que ciertos contenidos sean retirados, como fotografías donde el elemento que gatilla la hilaridad sea un infante, o donde haya actividad violenta”.

“Creemos en una libertad de expresión más allá de los puritanos límites que se han venido instruyendo desde la nueva moralidad que ha surgido desde el norte, pero cuando tienes que expresarte por plataformas controladas por oligopolios, lejos de la idea de una internet libre, a causa de que es en estos lugares donde se encuentran los lectores, no queda otra que obedecer y velar por la sobrevivencia”, cerró.

Respecto a la masividad de History in Tofo en redes sociales, Horacio Garay, gerente digital de la agencia Cheil, comentó a BioBioChile: “Creo que su éxito se debe a que reúne diferentes ingredientes que se ajustan muy bien al comportamiento que actualmente se percibe en redes sociales”.

“Por un lado está esta mezcla de chilenglish que se ve en muchos grupos de shitposting y por otra parte el uso de rostros que están suscritos a una cultura popular en función de la actualidad o algo contingente. Esto se cuelga muy bien de las cosas que están pasando junto a cosas que de alguna manera también nos generan nostalgia, pero una nostalgia generalmente divertida”, sostuvo.

¿Habría tenido éxito esta idea hace 15 años? “Es diferente, los códigos y formatos del humor en un territorio digital han ido cambiando y ahora se comparte mucho más que hace 15 años”, planteó.

“Hoy el humor puede ser súper explícito o más bien críptico. Y bajo este último punto, el insight es clave, junto con la contingencia que alimenta mucho esto de tener humor en tiempo real, ya que antes parecía ser mucho más pensado”, expresó.

“Además, hoy en día hay diferentes herramientas que premian la reacción rápida de los usuarios. El mejor ejemplo es ver cuántos memes se comparten en Internet cada vez que disfrutamos un evento de gran escala a través de televisión, por ejemplo. Eso no existía hace 15 años y hoy en día en sitios como Meme Center se comparten casi 4,000 memes por minuto”, complementó.

Tal como Li, Garay cree que más que burlarse per se, el anonimato y el volumen de comentarios permite e invita a que ciertas personas desde el anonimato se atrevan a generar contenido sin miedo a algún tipo de represalia formal.

En ese sentido, apunta a que su éxito se gestó gracias a una mezcla interesante de elementos que se dieron en un momento clave.

Se refiere a “la oportunidad en términos de reacción en tiempo real, la contingencia para responder siempre a un tema que es parte de la opinión pública y finalmente la colaboración de una audiencia en crecimiento que le permitió a otros usuarios colaborar con más ideas que terminaron siendo más contenidos”.