Un grupo de amigos neozelandeses decidió celebrar el Año Nuevo de una manera bastante ingeniosa, lo que ha llamado la atención de diversos medios alrededor de todo el mundo.

Tal como recoge el periódico The Sydney Morning Herald, el hecho se sitúa en la península de Coromandel, en Nueza Zelanda.

Para “desgracia” de los fiesteros, el consumo de alcohol estaba prohibido en los lugares públicos durante las celebraciones por el cambio de año. Quienes fueran sorprendidos, tendrían que pagar una multa de hasta 250 dólares neozelandeses (unos 107 mil pesos chilenos).

Sin embargo, un grupo de ellos apeló a su creatividad para poder cumplir con su objetivo de brindar al aire libre aunque sin infringir la ley.

Para esto no tuvieron mejor idea que construir su propia isla en el estuario de Tairua durante la tarde del domingo, cuando la marea se encontraba baja.

The Sydney Morning Herald
The Sydney Morning Herald

Pero como la comodidad es lo primero, los jóvenes se encargaron de instalar una mesa de picnic y sillas, además del “necesario” licor.

Según explicaron en tono de broma, al estar en “aguas internacionales” no estaban yendo en contra de la ley, por lo que recibieron el 2018 mientras disfrutaban en el lugar.

La llamativa imagen sorprendió a todos, incluso a las autoridades, quienes optaron por tomarse el tema con humor.

“Eso es pensar creativamente. Si me hubiera enterado probablemente me habría sumado”, sostuvo el comandante de policía local, inspector John Kelly.