Mientras que en diversas ciudades de Chile ya se siente el típico -y a veces incómodo- calor del verano, en muchos otros países sus habitantes se enfrentan a condiciones climáticas diametralmente opuestas.

Un ejemplo es el de Oimiakón, ciudad rusa ubicada al noreste de la república de Sajá, en el este de Siberia. Se trata de un pequeño lugar conocido por ser el punto habitado más frío de todo el planeta.

Tal como recoge un artículo del periódico británico Daily Mail, su temperatura promedio en enero es de -50 °C, mientras que la temperatura más baja registrada fue de -71.2 °C en 1926.

Esta villa, que alberga a unos 500 habitantes, fue hasta 1930 una parada para los pastores de reno que buscaban agua desde las fuentes termales. Irónicamente, su nombre en idioma yakuto significa “Agua que no se congela” por las aguas termales que emanan en su cercanía.

Letrero que dice "Oymyakon, el polo del frío" | Amos Chapple
Letrero que dice “Oymyakon, el polo del frío” | Amos Chapple

Debido a que es imposible que algo crezca de la tierra, las personas se alimentan de carne de reno y de caballo.

Una solitaria tienda provee de las necesidades básicas a los locales, quienes trabajan como criadores de renos, cazadores y pescadores.

Los médicos sostienen que la razón por la que sus habitantes no sufren de malnutriciones es porque la leche de los animales contiene muchos micronutrientes.

Amos Chapple
Amos Chapple

Las personas se han acostumbrado a tener que lidiar con los inconvenientes que producen las bajas temperaturas, y a diferencia de otras partes, la escuela de Oimiakón suspende las clases sólo si los termómetros llegan a marcar -52 °C.

La duración del día varía desde las tres horas en diciembre hasta las 21 en el verano en el hemisferio norte. Y aunque los inviernos en este lugar son crudos, en junio, julio y agosto las temperaturas pueden superar fácilmente los 30 °C.

Amos Chapple
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Las personas deben estacionar sus vehículos en garajes con calefacción debido a que entre los -20 y -50 grados °C comienzan a tener problemas, mientras que la mayoría de los baños están construidos en exteriores, debido a la dificultad para hacer cañerías interiores.

A continuación te dejamos con algunas imágenes de Oimiakón, captadas por el fotógrafo neozelandés Amos Chapple.

Amos Chapple
Amos Chapple
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Amos Chapple
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La carretera de entrada hacia Oimiakón | Amos Chapple
La carretera de entrada hacia Oimiakón | Amos Chapple