Una camarera estadounidense de origen latino recibió la peor “propina” del mundo mientras estaba trabajando en el restaurante familiar Jess’Lunch, ubicado en Harrisonburg, Virginia: una pareja le dejó un insulto escrito en la boleta.

La afectada es Sadie Elledge, de 18 años, quien estaba atendiendo mesas durante la hora de almuerzo el pasado 15 de agosto, cuando llegó una pareja a comer. Todo estaba normal hasta que los clientes se retiraron y ella fue a buscar la boleta.

Los consumidores deben escribir en el ticket la cantidad de propina que quieren dejarle a los meseros. No obstante, en su caso lo que recibió fue el siguiente mensaje racista: “Sólo le damos propina a ciudadanos (estadounidenses)”.

Sadie es ciudadana nacida en Estados Unidos y que ha vivido toda su vida en Harrisonburg, pero su padre es de Honduras y su madre de México, por lo que tiene origen latino, algo que en esta ocasión provocó que fuera blanco del odioso comentario.

La boleta con el insulto se ha viralizado en los últimos días en internet, pero no por Sadie: fue su abuelo, el abogado John Elledge, quien publicó la fotografía del recibo en Facebook (ver arriba). Desde entonces, no sólo se ha difundido por redes sociales, sino que el caso igual ha sido replicado por medios en todo el mundo.

Según explicó al diario electrónico Huffington Post, lo hizo porque se enfureció con lo ocurrido. En ese sentido, añadió que supo del incidente porque otra de sus nietas le contó, ya que al comienzo Sadie no se lo mencionó.

Por su parte, Sadie dijo al mismo portal que “creo que fue muy irrespetuoso (…) No importa si soy hispana o americana o como sea que quieras llamarlo, sigo siendo una persona y deberías seguir tratándome con respeto”.

Camarera latina recibe insulto racista en vez de propina en Estados Unidos
Sadie Elledge | www.huffingtonpost.com

 

Luego del incidente, el restaurante revisó las cámaras de seguridad, con lo cual la Policía identificó a quiénes escribieron el mensaje.

“Tengo entendido que la mujer que firmó la boleta está en este mismo instante en el restaurante con la Policía (esto fue el jueves en la tarde). Ella está enojada y la Policía está ahí. Aparentemente, ella sólo habría firmado el recibo, pero no habría escrito el comentario”.