La mayoría de los profesores de educación básica desarrollan un vínculo especial con sus alumnos, por lo que cada fin de año cuando ellos avanzan, se convierte en una despedida que a veces puede ser muy triste.

Para evitar que pasara eso, una profesora de una escuela elemental en Oklahoma (EE.UU.) decidió ofrecer a sus alumnos una creativa forma de decir adiós.

Chris-Sharee Castlebury decidió comprar un vestido completamente blanco y en el último día de clases le pidió a sus niños de primer grado que dibujaran en él.

“Me enamoré de ellos pero entonces tenía que dejarlos ir y quería hacer algo para aferrarme a ellos”, señaló al diario local The Lawton Constitution.

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“Ellos se convirtieron en una gran familia para mi. No quería dejarlos. Lloraba de felicidad cada año al verlos tan grandes”, señaló al programa Today la profesora de 27 años.

Castlebury gastó menos de 35 dólares (poco más de 20 mil pesos) en plumones y en el vestido blanco, para luego pedirle a sus “pequeños Picassos” -como les dice de cariño- que trabajaran sobre él. “Les dije que dibujaran y escribieran lo que estaba en su corazón y lo que era hermoso e importante para ellos“, aseguró.

“!Fueron cuidadosos y amorosos con el vestido!. Puedo decir que hicieron lo mejor posible. Crearon una hermosa obra de arte. Quedé impresionado”, reconoció.

El resultado fue compartido por la profesora a través de su cuenta en Facebook donde se viralizó rápidamente.

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