Cuando realizamos actividad física el cuerpo humano se ve en la necesidad de eliminar el exceso de calor.

Esto lo logra mediante la sudoración, reacción natural con la que el organismo evapora agua a través de las glándulas de la piel para disminuir la temperatura corporal.

Es por esto que uno de los aspectos en los que se recomienda prestar especial atención cuando realizamos actividad física es el de la higiene.

Evidentemente después de cada entrenamiento debemos ducharnos para ayudar a la piel a deshacerse de bacterias y desechos de las glándulas sebáceas y sudoríparas.

Pero si bien algunos optan por ducharse inmediatamente después de entrenar, otros prefieren esperar unos minutos más. Pero entonces cabe hacerse la pregunta… ¿cuál es el momento ideal?

Marcos Flórez, entrenador personal y fundador del sitio especializado Estar en forma, indicó en el periódico español El País que la respuesta es bastante sencilla: debes hacerlo cuando notas que tu cuerpo ha dejado de sudar.

Ten en cuenta que si te bañas justo después de terminar con la actividad física, tu cuerpo continuará sudando. Pero en el caso contrario, si esperas mucho tiempo, corres el riesgo de resfriarte.

¿Agua fría o caliente? Si eres de los que acostumbra a ducharte con agua helada, la ducha tendrá un efecto contrario ya que en vez de cortar la sudoración, la piel comenzará a sudar más ya que debido al enfriamiento buscará la manera de enviar calor para mantener la temperatura.

Es por esto que lo más aconsejable es comenzar el baño con agua tibia, y luego optar por la temperatura que a cada uno más le acomode.

Cosas que probablemente haces mal cuando te duchas

A pesar de que tomar una ducha puede parecer algo sumamente simple, lo cierto es que hay ciertos gestos que se pueden estar haciendo de manera incorrecta.

Lo anterior puede provocar un sin fin de consecuencias, sobre todo problemas ligados a la piel. Es por esto que a continuación presentamos 5 cosas que probablemente las personas hacen mal cuando se duchan.

1. Duchas excesivas: Nuestra piel es el primer mecanismo para defenderse de los agentes externos, por lo que si estás continuamente rasurando, lavando o haciendo correr agua por ella, puedes quitar esas defensas.

2. Jabón: El uso de este gel varía según la persona. Por ejemplo, si es alguien que tiene una vida más activa y hace deporte, va a requerir que utilice más jabón debido a que su sudoración será mayor en comparación a alguien que tiene una vida no tan ajetreada.

Además, abusar de su uso podría atacar el manto lipídico que recubre el cuerpo, destruyendo así su pH, encargado de defendernos de agentes externos como bacterias, virus, ácaros y demás microorganismos.

3. Esponja: Expertos recomiendan emplear esponjas solo “una o dos veces a la semana” y secarlas con la luz del sol después de usarlas “para evitar la colonización con mohos” que pueden causar foliculitis, hongos u otras infecciones peores.

4. Toalla: Para prevenir la piel seca lo mejor es utilizar una toalla suave, dando ligeros toques que eliminen el exceso de humedad y no frotando.