Aunque no esté desgastado, es importante cambiar el cepillo de dientes cada tres meses para evitar la proliferación de bacterias y otros microorganismos que puedan afectar a la salud.

Una buena higiene dental es fundamental para evitar halitosis o mal aliento, la pérdida de piezas dentales, gingivitis, periodontitis entre muchas otras enfermedades. Para ello, debemos cambiar el cepillo cada tres meses, de lo contrario, las cerdas pierden rigidez y se van abriendo sin lograr una limpieza óptima.

Además, al estar en contacto con la placa dental y dejarlo guardado en lugares húmedos lo convierte en un receptor de bacterias u hongos.

En la actualidad hay una gran oferta de cepillos que incluyen limpiador de mejillas, de lengua y de encías entre otros ¿pero cómo elegir el cepillo adecuado? Independiente del tamaño de la boca o de los dientes, el doctor Mario Zuñiga, secretario de estudios de postgrados de la Facultad de Odontología de la Universidad San Sebastián, entrega algunas recomendaciones generales para elegir un buen cepillo de dientes.

1.- Los cepillos comunes y corrientes son los más efectivos.

2.- Deben poseer un mango recto y ergonómico.

3.- Con cerdas suaves, ya que un cepillo duro está contraindicado al poder causar que las encías se retraigan al realizar mucha presión.

4.- Debe tener un cabezal pequeño, que puede ser rectangular. Lo importante es que llegue al último molar.

5.- Es importante manejar una técnica de cepillado recomendada por un odontólogo, de lo contrario no sirve de nada tener el mejor cepillo.

6.- En caso de poseer implantes, padecer de enfermedades periodontales, tener prótesis fijas, frenillos o la seda dental, no es suficiente para una buena higiene: se recomienda utilizar un cepillo interproximal.