La semana pasada se dio a conocer en Brasil que algunos inspectores sanitarios, en conjunto con frigoríficos, habían manipulado y “maquillado” carnes para así venderlas dentro y fuera del país.
Así lo informó la Policía Federal brasileña, quienes explicaron que estos funcionarios públicos recibían sobornos para etiquetar de forma positiva carnes que no estaban aptas para su venta. Es decir, en mal estado o podridas.
Ante esta situación, más de 20 países, incluyendo los de la Unión Europea, cerraron sus puertas a la importación de carnes provenientes de Brasil como medida de seguridad, lo que también tendrá consecuencias económicas negativas en el continente.
Teniendo esto en cuenta, y esperando la confirmación de las autoridades para conocer si efectivamente entraron carnes en descomposición al país, hemos entrevistado a la Dra. Nelly Baeza, directora del Centro de Salud Pública de la Universidad Central, para que nos guíe en este nublado panorama.
– Según la información entregada por la Policía Federal de Brasil, habría existido uso de productos cancerígenos para maquillar el olor de las carnes. Uno de ellos sería ácido sórbico. Según las autoridades del país, el uso regulado de esto no sería problema para la salud. ¿Qué hay de cierto en esto?
Baeza: Absoluta verdad, este elemento de preservación que se agrega a los alimentos es inocuo para la salud. Esto no es el problema.
– La investigación descubrió que algunas carnes tenían Salmonela. Autoridades respondieron que era ‘Salmonella Saint Paul‘, un supuesto tipo de salmonela permitida. ¿Qué significa esto para nosotros?
Baeza: Si bien existen variedades de Salmonella, la mas nociva es la Thiphy conocida por la Fiebre Tifoidea que se encuentra casi extinta en nuestro país por la introducción de costumbres como el lavado de manos, comer los alimentos cocidos (verduras, mariscos, carnes) y tener disponibilidad de agua sanitizada.
El resto de serotipos igual pueden producir un cuadro de gastroenteritis que produce diarrea y vómitos, lo que en adultos mayores y niños menores de 5 años puede producir deshidratación. Por ello la carne descompuesta contiene una mayor carga bacteriana y produce la enfermedad en las personas que la consumen, de ahí el riguroso control que realiza el Servicio Agrícola Ganadero de lo que llega a Chile y la alerta que se ha tomado con los productos cárnicos de las plantas que están afectadas en Brasil por esta negligencia de la industria inescrupulosa.
– Se habló de la posibilidad que algunas carnes blancas como el pollo estarían mezcladas con cartón. ¿Qué significa esto para nosotros como consumidores? ¿Cuáles podrían ser las consecuencias?
Baeza: Puede existir contaminación cruzada desde las carnes a las superficies, esto a las manos y de ahí al que consume los alimentos. Esta suele ser la cadena de transmisión. Si la carne está molida y mezclada con cartón, en general, solo podría desnutrir a la persona que lo consume porque el cartón o celulosa no se absorbe y pasa al intestino grueso y a las heces.
¿Qué recomendaciones podría dar usted como profesional para evitar problemas con carnes en mal estado? Tomando en cuenta que no se entiende todavía hasta que punto pueden haber llegado estas carnes a nuestro país.
Baeza: Siempre comprar productos en lugares establecidos que pasen por los controles sanitarios de nuestro país. Si viajas al extranjero, no traer productos frescos sin etiquetado. Mantener la cadena de frío entre el almacén y mi refrigerador. Guardar los alimentos en contenedores individuales, separados de otros alimentos. Realizar lavado de manos, utensilios y superficies cada vez que cocino. Consumir carnes bien cocidas, nunca quemadas ni a punto ni tres cuartos.
