El alcohol es una droga legal que en Chile está permitida para su consumo moderado sólo para personas mayores de 18 años. Esta contiene etanol (alcohol etílico) y están clasificadas según su elaboración: las fermentadas (cerveza, vino, sidra; etc) y las destiladas (ron, vodka, whisky; etc).

Según la Organización Mundial de la Salud, con datos entregados en 2016, los chilenos consumen 9,6 litros de alcohol per capita y una de cada 10 muertes en nuestro país se relacionan con esta sustancia.

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A pesar de lo anterior, existen personas que por motivos médicos, éticos y otras razones personales, prefieren tomar las versiones “sin alcohol” de estas bebidas, siendo las cervezas lo más populares y accesibles. Entre sus consumidores, incluso mujeres embarazadas y menores de edad; sin embargo, ¿qué ocurre con los niños que beben cerveza sin alcohol?

Leonid Mamchenkov (CC)
Leonid Mamchenkov (CC)

La doctora Soledad Tagle, pediatra y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales, destaca -en primer lugar- que es muy dañino para un menor de edad consumir alcohol de cualquier tipo, más aún si se trata de un niño.

“El cerebro está aún en formación y se dañan neuronas”, explica la experta y destaca que las personas que toman alcohol antes de los 18 años se hacen adictas con más frecuencia que las personas que comienzan más tarde a ingerirlo.

Soledad Tagle detalla que los organismos y personalidades en formación, como los de los menores, se dañan mucho más que los de una persona en edad adulta.

“El alcohol desinhibe a las personas, por eso muchos jóvenes lo beben para reducir tensiones o preocupaciones”, explica la experta y agrega: “comienzan a pensar que ésta es la única forma de superar las dificultades o lograr ciertos objetivos”.

Respecto al antiguo mito que asegura que dar alcohol a un menor “es bueno, puesto que así se acostumbran y después, de mayores, no beben” destaca que es un error darles alcohol (incluso vino) y que será adicto con más probabilidad.

¿Y qué ocurre con darle a beber cerveza sin alcohol a un niño?

Para empezar, hay que recordar algunas “cervezas sin alcohol” sí poseen algún grado, aunque sea mínimo (menor a 1º) y que, de todas formas, son considerablemente menos dañinas que las que poseen más de 5º (como la gran mayoría).

Respecto a los niños, la pediatra acentúa que no es recomendable darle cerveza sin alcohol, principalmente por inducir a tomar bebidas de fantasía, gaseosas o a futuro cerveza CON grados alcohólicos. “Esto confunde a los niños y puede adelantar la edad en la que se ingiere cerveza u otros licores”, detalla.

En esta misma línea, el psicólogo Carlos García, de la Universidad de Concepción, está de acuerdo con la pediatra. “Este tipo de cerveza sí incita el consumo de alcohol en los menores. Los hace adoptar un hábito que no es apropiado para su edad y el niño cree que está apto para hacer ‘cosas de adultos’”, explica.

“Cuando se enfrente a una situación que debe beber alcohol de verdad no lo hará con la seriedad y responsabilidad que debe hacerlo”, agrega.

Además Carlos destaca que esta bebida, a pesar de sus escasos grados, está destinada para adultos que no quieren o no pueden beber alcohol y para conductores designados, en ningún caso está hecha para niños.

Por su parte, la pediatra añade que el aporte nutritivo de esta bebida es escaso y son solo calorías en base a hidratos de carbono. “Los micronutrientes que contiene no aportan nutricionalmente”, detalla.

Alcoholismo y menores de edad

A pesar de las restricción de edad, no es un secreto que los adolescentes son una gran ‘clientela’ de las bebidas alcohólicas. Además de la pediatra que califica como dañina esta ingesta a tan temprana edad, Carlos asegura que la dependencia del joven con el alcohol (alcoholismo) variará según la frecuencia y la cantidad que se beba.

En tanto, también depende de la reacción del entorno. “Si los padres le responden de forma positiva, lo seguirá haciendo para recibir esta aprobación”, agrega.

Por otra parte, el psicólogo cuenta que existe una predisposición del cuerpo del adolescente para caer en el alcoholismo o no. “Las personas que presentan niveles bajos de betaendorfina (hormona que modera el dolor y los estímulos sensoriales) suelen tener más disposición a hacerse dependientes del alcohol”, detalla.

“Cuando los progenitores tienen alcoholismo crónico sus hijos nacen con este conteo más bajo”, aclara.

Finalmente, Carlos García indica algunas señales que ayudan a identificar a un adolescente alcohólico: se siente ansioso cuando no está bebiendo, consume alcohol más de una vez a la semana, suele terminar ebrio en cada encuentro social.