Cuando se habla de trastornos alimenticios, la mayoría pensamos en la anorexia y la bulimia, pero la verdad es que hay otro que es igual de peligroso y del que se habla muy poco.

Se trata de masticar y escupir, un desorden muy real, pero que muchos ignoran o restan importancia.

Esta condición, que los psicólogos llaman CHSP (por su nombre en inglés, Chew and Spit), no fue considerada en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales durante mucho tiempo, pues sólo lo definía como un síntoma de “trastorno alimentario no especificado”, y después lo cambió a “Otros Trastornos Alimentarios o de Alimentación Especificados”, sin dar detalles.

Pero, ¿en qué consiste este desorden? Tal y como suena: en lugar de masticar y tragar alimentos, algunas personas los mastican y luego los escupen como un esfuerzo para evitar las calorías y perder peso. Tal como explica el journal académico Science of Eating Disorders es probar la comida sin realmente ingerirla.

La misma fuente señala que el trastorno es tan grave como la bulimia y la anorexia porque puede conducir al aislamiento social y a la obsesión intensa con los alimentos. De hecho, debido a que este desorden es poco conocido, muchas personas con éste han creado chats en internet donde hablan con otros como ellos.

Cipher (CC) Flickr
Cipher (CC) Flickr

“Una posible razón por la nadie habla de esto es que el comportamiento no es socialmente aceptable”, dijo la Dra. Kathryn Kinmond, profesora del Centro de Salud, Rehabilitación y Psicología de la Universidad Metropolitana de Manchester, al portal Refinery29.

No se habla del CHSP en películas o programas de televisión; no hay celebridades asociadas con el trastorno; ni aparece en las revista, dice la experta. Además, es más difícil para los profesionales estudiarlo porque, como señala Kinmond: “En gran medida es un trastorno oculto, en que la gente no es internada”.

Sólo se pudo ver un atisbo de ello en la serie Sex and the City cuando el personaje de Miranda se encuentra en un restaurante con uno de sus amigos neoyorquinos en Los Angeles, Lew, quien había perdido mucho peso. A la hora de la comida, Miranda descubre por qué el hombre se mantenía delgado: Masticaba sus alimentos, pero luego los dejaba en la servilleta.

Sex and the City
Sex and the City

Entre las consecuencias del CHSP, además de desperdiciar mucha comida y sentir culpa, están las mandíbulas hinchadas, los dientes dañados y úlceras estomacales.

En 1988, los psiquiatras de la Facultad de Medicina de Minnesota examinaron primero el masticar y escupir como una característica clínica de la bulimia. Desde entonces, una variedad de estudios descubrieron que las personas que viven con anorexia, también han presentado este comportamiento.

Como mencionábamos, hasta hace muy poco sólo se refería a ello como un síntoma y recién en 2013 fue presentado como un trastorno.

Según Refinery29, el CHSP es tan poco estudiado que si no fuera por Internet, la escala del problema sería incomprensible, porque es ahí donde se han podido ver historias que dan luces sobre la realidad de un problema que los médicos y los medios de comunicación han ignorado.

“Yo fui bulímica durante cinco o seis años. Un día sólo pensé: ‘¿Y si no me trago la comida?’ La culpa después del acto seguía ahí, estaba siendo tan derrochadora pero no podía dejar de hacerlo. En un vano intento de hacerme sentir menos derrochadora, a veces recogía la comida masticada y la ponía afuera para los pájaros. Suena asqueroso, lo sé”, señaló una chica al mismo portal.

Sergey Khancha (CC) Flickr
Sergey Khancha (CC) Flickr

Otra joven también relató su experiencia. “Cuando tuve el problema por primera vez, estaba tan avergonzada que no le dije a nadie”, dijo y a diferencia del caso anterior, no sufría de otro trastorno alimenticio adicional. “No es algo fácilmente reconocible o grave como la anorexia o la bulimia. Para mí, era sólo un hábito raro y asqueroso que tendría que explicar a quienquiera que se lo contase”, añadió.

A pesar de los sentimientos de vergüenza que las acompañan, cada víctima confiesa lo mismo: encuentran que masticar y escupir es altamente adictivo.

“Considero 100% que es una adicción”, señaló a Refinery29 una estudiante estadounidense que lleva 2 años practicando este comportamiento. “No recuerdo el último día en que no masticé y escupí en absoluto. Me alejé constantemente de lo que estoy haciendo para hacer esto. Algunos días podía tomar horas de mi tiempo”, afirmó.

La doctora Kinmond señala que CHSP es potencialmente adictivo, y dice que incluso se puede considerar una forma de automutilación.

La neurocientífica molecular y escritora científica, Shelly Fan, explica que un estudio encontró que masticar y escupir causa un aumento en la grelina, una hormona que promueve el hambre. “Es concebible que masticar y escupir pueda aumentar los niveles de hambre en los pacientes con anorexia nerviosa”, escribe, “conduciendo a sentimientos de falta de control sobre la comida. Esto puede contrarrestar el control de los pacientes sobre la ingesta de alimentos y promover más a masticar y escupir (o comer compulsivamente), lo que resulta en una espiral descendente”.

Blondinrikard Fröberg (CC) Flickr
Blondinrikard Fröberg (CC) Flickr

Las personas que dieron su testimonio al portal también notaron consecuencias sociales y psicológicas negativas. Cada una admitió gastar demasiado tiempo y dinero en el hábito. “Me siento extremadamente ansioso cuando salgo con otras personas porque sé que no puedo salir con este comportamiento. Yo solía ser muy extrovertida y siempre quería salir, y ahora soy mucho más retraída, y prefiero estar sola para poder masticar y escupir tranquila”, dice una de ellas.

Kinmond asegura que mientras no se hable del tema, esto puede facilitar que muchas personas empeoren, porque no se sienten psiquiátricamente enfermos. “Algunas personas involucradas en este comportamiento no lo ven como un problema, o lo ven como un problema, pero no saben a dónde acudir en busca de ayuda”, expresa.

5 preguntas para determinar si tienes un trastorno alimenticio

La doctora Amelia Davis, directora médica de Rosewood Centers for Eating Disorders en Estados Unidos, señala que hay 5 preguntas que pueden ayudarte a determinar si posiblemente padeces un trastorno alimenticio.

– ¿Te induces el vómito cuando te sientes incomódamente lleno?

– ¿Te preocupa haber perdido el control sobre cuánto comes?

– ¿Has perdido recientemente más de 6 kilos en un período de tres meses?

– ¿Crees estar gordo cuando otros dicen que eres demasiado delgado?

– ¿Dirías que la comida domina su vida?

Si respondiste “sí” a estas preguntas, busca la ayuda de un especialista y coméntale con tus cercanos.