Los dolores musculares, esqueléticos o articulares varios son la causa más frecuente de consulta médica y en la mayoría de los casos es una alerta sobre algo que no está bien en el organismo.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor define el dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial”. De esta forma estadísticas de la Organización Mundial de la Salud indican que por ejemplo, los dolores de espalda calificados como los más frecuentes, afectan a alrededor de 9 de cada 10 personas en el transcurso de su vida.

Las causas del dolor son múltiples y diversas, puede involucrar aspectos psicológicos y culturales; puede ser de intensidad leve, moderada o severa, de corta o larga duración, y en ocasiones de por vida; pero como sea, es uno de los principales motivos de consulta médica. A veces, el dolor tiene más de una causa posible. Y, en otras, no puede identificarse ninguna. De esta forma enfermedades como la artrosis, la artritis, la gota, los trastornos de la columna vertebral, los postoperatorios prolongados y el estrés, suelen originar dolor de tipo corporal.

Identificando el dolor

Los dolores corporales comprenden al sistema músculo-esquelético en general, esto es decir que comprometen a los músculos; a diferencia de los dolores reumáticos, que afectan exclusivamente a las articulaciones, como rodillas, codos, caderas, muñecas, entre otras.

De acuerdo con el kinesiólogo Cristián Contador, director de la carrera de Kinesiología de la Universidad San Sebastián, “las consultas por dolores corporales han aumentado principalmente porque los dolores músculoesqueléticos suelen aparecer cuando los límites de tolerancia fisiológicos del cuerpo no son capaces de resistir las cargas internas y externas impuestas por la misma persona y por el medio ambiente respectivamente”.

Así, cuando estos dolores no son controlados de la forma correcta, comienzan a aparecer deterioros en los tejidos generando procesos inflamatorios y daños en estas estructuras, explica el académico de la USS; por lo que “siempre conviene consultar a un médico cuando el dolor imposibilita una actividad de la vida diaria o cotidiana que se realiza regularmente, y que en la mayoría de los casos, va a afectar la participación social de la persona en algún ámbito de su vida”, agrega.

Por lo general el dolor es tratado con fármacos, sin embargo, hay una amplia gama de tratamientos no farmacológicos eficaces; y de igual forma, la combinación de ambos tipos de procesos puede permitir un mejor control del dolor.

Evitando el dolor

El kinesiólogo Cristián Contador plantea que una de las cosas que podemos hacer para evitar dolores, es mejorar la postura al sentarse, “la correcta postura al estar sentado es fundamental para evitar ciertos trastornos musculo esqueléticos relacionados principalmente con la columna y la extremidad superior”.

De esta forma explica que las principales patologías asociadas a una mala postura son:

– Síndrome de dolor lumbar bajo o más conocido como “lumbago” o “lumbalgia”.
– Cervicobraquialgías (dolores de cuello y hombro).
– Patologías asociadas a la extremidad superior. Entre estas podemos encontrar: tendinitis del manguito de los rotadores, tendinitis en el codo (epitrocleitis y epicondilitis), síndrome del túnel del carpo y tenosinovitis de Quervain.

Es importante recalcar que muchas de estas patologías pueden tener un origen laboral, “por lo tanto la correcta evaluación del puesto de trabajo pasa a ser fundamental como medida preventiva para evitar este tipo de condición”, enfatiza el académico de la USS, y detalla que una correcta postura “es la que mantiene los segmentos corporales en una zona neutra o dentro de un rango denominado confortable”.

Datos para una postura sedente correcta:

– Apoyar los dos pies en el suelo manteniendo las rodillas flexionadas en 90 grados.
– Mantener la pelvis en posición neutra con un leve apoyo lumbar regulable para cada persona.
– Mantener un apoyo a nivel cervical para que la cabeza y cuello descansen.
– A nivel de extremidad superior debe existir un apoyo en los codos para que estos descansen en una angulación de flexión de 90 grados, con un apoyo en la mesa o escritorio para que los antebrazos descansen.

Masajes y actividad física

Muchas de las personas que sufren dolores corporales recurren a los masajes sin una previa consulta al especialista. Contador aclara que “los masajes sirven cuando estos se realizan por profesionales calificados y bajo una supervisión prescrita por un kinesiólogo. Lo ideal es que si la persona identifica molestias o dolores, acuda a un médico y sea este quien derive al profesional pertinente”.

De igual forma la actividad física también es una de las soluciones que se buscan antes de una consulta médica, Cristián Contador enfatiza que ésta “siempre es un factor protector frente a diversas patologías, ya sea de tipo mental y/o física; sin embargo, debe estar supervisada por profesionales idóneos para evitar posibles lesiones. Para ello se aconseja complementar con chequeos médicos constantes para ir monitoreando el comportamiento metabólico que tiene nuestro cuerpo”.

Así, las rutinas de ejercicios que siempre son recomendables son los ejercicios de tipo aeróbicos cardiovasculares, complementadas con técnicas de elongación, movilización articular y un correcto calentamiento previo a esta actividad física.