Blancorexia se denomina a la peligrosa obsesión que tienen algunas personas con el blanqueamiento dental y que puede producir diversos efectos adversos, al realizarlo continuamente y de forma inadecuada.

Por lo general, el esmalte comienza a salirse de los dientes, provocando mayor tendencia en las caries.

Alberto Fuentes, odontólogo e implantólogo de Clínicas Implanet, explica que el blanqueamiento funciona muy bien con un gel adecuado, de lo contrario se desmineraliza el diente, por lo que las personas con blancorexia tienden a presentar “mayor sensibilidad a los cambios de temperaturas, mayor tendencia en las caries y si el gel se aplica de mala manera puede provocar irritación de las encías, por lo que se podría producir una enfermedad periodontal”.

Antiguamente los blanqueamientos se realizaban con un láser que producía calor en los dientes y generaba pulpitis, lo que a su vez, provocaba sensibilidad e incluso la pérdida del diente.

Además, se utilizaba un gel que dañaba los cristales de hidroxiapatita, del cual está compuesto el esmalte dental, que trabaja como barrera principal del diente ante las caries y los cambios de temperatura, por eso quedaban con mucha sensibilidad y tendencia a las caries.

Por esta razón, actualmente el blanqueamiento se realiza con luz fría y otro tipo de gel. Este último “no toca los cristales de hidroxiapatita, sino que ataca químicamente a las tinciones desde adentro, rompiéndolas y expulsándolas del diente, de esta manera blanquea. Es muy importante la calidad del gel que se utiliza sea de última generación y que no se active con calor. Este procedimiento es el más recomendable, sin embargo, en exceso es igual de dañino”, asegura el doctor Fuentes de Clínicas Implanet.

Un factor fundamental a la hora de realizarse un blanqueamiento es tener claro que si la dentina es muy oscura, por más tratamientos que haga el paciente, no se logrará el blanco perfecto.

“Al blanquear el diente vuele a su estado natural, es decir, al color que te salieron los definitivos. El diente obtiene el color por la dentina, lo que en algunas personas puede ser más amarillenta”, detalla el implantólogo.

Por este motivo, Alberto Fuentes recomienda realizar higienes con ultrasonido, cada seis meses y que el blanqueamiento no sea tan frecuente porque igual constituye un daño a los dientes.

La duración de cada tratamiento dependerá de los cuidados de cada paciente, ya que hay alimentos como té, café, bebidas o cigarros que tiñen los dientes, sin embargo, la mejor forma de evitar la blancorexia y mantener una sonrisa blanca es respetar los tiempos del tratamiento.