El cáncer es una de las enfermedades más mortales actualmente, y se cree que hacia 2030 matará a más de 1 millón de personas al año, según plantea un estudio de la revista The Lancet Oncology. Por lo mismo, prevenir siempre es necesario.

En esta ocasión te hablaremos de un tipo que es muy peligroso, ya que es casi imposible de detectar hasta que está en una etapa muy avanzada: el cáncer de páncreas, también llamado carcinoma pancreático o cáncer pancreático, que es la cuarta causa principal de muerte por cáncer en Estados Unidos.

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Y no sólo es difícil de detectar, sino que en la mayoría de los casos no tiene cura: las personas a quienes no se les puede extraer el tumor por completo, o el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpos, no pueden sanarse, y su única opción es someterse a quimioterapia para apaciguar el dolor.

A continuación puedes conocer más al respecto.

Qué puede causarlo

“Los científicos no saben exactamente cuáles son las causas de la mayoría de los cánceres de páncreas, pero éstos han encontrado varios factores de riesgo que pueden hacer más probable que una persona padezca esta enfermedad“, aclara la Sociedad Americana de Cáncer.

No obstante, “el tener un factor de riesgo, o incluso varios factores, no significa que una persona padecerá la enfermedad. Además, muchas personas que adquieren la enfermedad pueden tener pocos o ninguno de los factores de riesgo conocidos”, especifica.

En el caso de esta enfermedad, la organización indica que sus factores de riesgo son:

-Fumar: “el tabaquismo es uno de los factores de riesgo más importantes para el cáncer de páncreas. El riesgo de padecer cáncer de páncreas es aproximadamente el doble de alto entre los fumadores que entre las personas que nunca han fumado (…) Fumar cigarros y pipa también aumenta el riesgo, así como el uso de productos de tabaco de consumo oral (sin humo)”.

Cáncer de páncreas: la mortal enfermedad casi imposible de detectar y que pocos sobreviven
ARCHIVO | Cristián Opazo | Agencia UNO

-Sobrepeso y obesidad: quienes tienen mucho sobrepeso u obesidad tienen 20% más de probabilidad de padecer esta enfermedad, en especial si se acumula mucho alrededor de la cintura.

-Exposición a ciertos químicos en el trabajo: algunos productos químicos utilizados en tintorerías y en industrias de metal.

-Edad: el riesgo aumenta considerablemente en personas mayores de 45 años, es muy poco frecuente en gente más joven.

-Raza: “las personas de raza negra tienen una probabilidad ligeramente mayor de padecerlo, en comparación con las personas de raza blanca. Las razones no están claras, pero puede que sea en parte a los mayores índices de algunos otros factores de riesgo para el cáncer pancreático, tales como diabetes, tabaquismo en los hombres y el sobrepeso en las mujeres”.

-Antecedentes familiares: parece presentarse con mayor frecuencia en algunas familias, aunque en muchos casos se desconoce el gen que causa el riesgo. Sin embargo, muchas personas no presentan antecedentes familiares.

-Síndromes genéticos hereditarios: alrededor del 10% de los pacientes han heredado la enfermedad, y a veces esto también da lugar a que se aumente el riesgo de padecer otros cánceres u otros problemas de salud.

-Diabetes: es más común entre quienes padecen diabetes, principalmente en la de tipo 2. La razón de esto se desconoce.

-Pancreatitis crónica: una inflamación del páncreas prolongada en algunos casos podría aumentar el riesgo de cáncer, pero la mayoría de las personas con pancreatitis nunca lo padecen.

-Cirrosis del hígado: “la cirrosis es una lesión del hígado que ocurre en las personas con daño hepático causado por cosas como la hepatitis y el consumo excesivo de alcohol”.

-Problemas estomacales: “las infecciones del estómago con la bacteria Helicobacter pylori, la cual causa úlcera, pueden aumentar el riesgo”.

Síntomas

Según explica la Biblioteca de Medicina de EEUU, este cáncer “es difícil de detectar con anticipación. No causa síntomas de inmediato. Cuando los síntomas aparecen, suelen ser vagos o imperceptibles“.

Sin embargo, sí hay una serie de síntomas que podrían indicar que existe algún problema. Eso sí, debes tener en cuenta que “tener uno o más de los síntomas que se presentaron a continuación no significa que usted tiene cáncer de páncreas. De hecho, es más probable que muchos de estos síntomas sean causados por otras afecciones. No obstante, si tiene cualquiera de estos síntomas, es importante que un médico le examine para que se pueda determinar la causa y recibir tratamiento de ser necesario”, dice la Sociedad Americana de Cáncer.

Los síntomas a los que se refieren son los siguientes:

-Diarrea.

-Orina oscura y heces de color arcilla.

-Fatiga y debilidad.

-Aumento repentino del nivel de azúcar en la sangre (diabetes).

-Coágulos sanguíneos: “en ocasiones, la primera señal de que una persona tiene cáncer de páncreas es un coágulo de sangre en una vena grande, a menudo en una pierna. A esto se le llama flebotrombosis profunda (DVT, por sus siglas en inglés). Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en la pierna afectada. En ocasiones, se puede desprender un fragmento de coágulo y desplazarse a los pulmones, lo que podría dificultar la respiración y causar dolor en el pecho. A un coágulo sanguíneo en los pulmones se le llama embolia pulmonar (o “PE”, por sus siglas en inglés). Aún así, tener un coágulo por lo general no significa que usted tiene cáncer”, explica la Sociedad de Cáncer.

-Ictericia (un color amarillo en la piel, las membranas mucosas o las escleróticas de los ojos) y picazón en la piel: “la ictericia es causada por la acumulación de bilirrubina, una sustancia verde oscura producida en el hígado. Normalmente, el hígado segrega bilirrubina como parte de un líquido llamado bilis. La bilis pasa por el conducto colédoco hacia los intestinos, donde ayuda a desintegrar las grasas. Finalmente sale del cuerpo en las heces fecales. Cuando el conducto colédoco se obstruye, la bilis no puede llegar hasta los intestinos y el nivel de bilirrubina en el cuerpo se acumula”, añade.

-Inapetencia y pérdida de peso.

-Náuseas y vómitos.

-Dolor o molestia en la parte superior del abdomen, vientre o espalda: “el dolor de abdomen (vientre) o de espalda es común en el cáncer de páncreas. Los cánceres que se originan en el cuerpo o la cola del páncreas pueden crecer significativamente y pueden comenzar a comprimir otros órganos cercanos causando dolor. Puede que el cáncer además se propague a los nervios cercanos al páncreas, lo cual a menudo causa dolor de espalda. Por supuesto, el dolor en el abdomen o en la espalda es bastante común y con más frecuencia es causado por otros padecimientos distintos al cáncer pancreático”, dice.

-Agrandamiento de la vesícula biliar o del hígado: “si el cáncer bloquea el conducto biliar, la bilis se puede acumular en la vesícula biliar, ocasionando que aumente en tamaño (…) En ocasiones, el cáncer de páncreas también puede causar un aumento en el tamaño del hígado”.

-Anomalías del tejido graso: algunas personas presentan una textura irregular del tejido graso debajo de la piel.

Exámenes para detectarlo

Cáncer de páncreas: la mortal enfermedad casi imposible de detectar y que pocos sobreviven
ARCHIVO | Marcelo Segura | Agencia UNO

Para detectar el cáncer de páncreas, primero el médico realiza un examen físico. Luego, se solicitan usualmente los siguientes exámenes:

-Exámenes de sangre: conteo sanguíneo completo (CSC), pruebas de la función hepática y bilirrubina en suero.

-Exámenes imagenológicos:tomografía computarizada del abdomen (utiliza rayos X para crear imágenes transversales del área abdominal), colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE, examina las vías biliares y se realiza a través de un endoscopio), ecografía endoscópica (es una forma de mirar dentro del cuerpo mediante una sonda flexible que tiene una pequeña cámara y una luz en su extremo), y resonancia magnética del abdomen (utiliza imanes y ondas de radio potentes para crear imágenes del interior de la zona abdominal, que no emplea radiación).

Tras ello, para confirmar el cáncer de páncreas, y que tipo específicamente es, se realiza una biopsia pancreática, en que se extirpan “pequeñas cantidades de células o líquidos del duodeno, de las vías biliares, del páncreas o del conducto pancreático para su análisis con un microscopio”, explica Medline.

Los resultados de la biopsia pueden mostrar si hay cáncer de las vías biliares, quistes en el hígado, cáncer del hígado, cáncer pancreático, o hinchazón y cicatrización de las vías biliares (colangitis esclerosante primaria).

Si se confirma que tienes cáncer, harán más exámenes para saber si éste se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Tratamiento y cura

Lamentablemente, sólo es posible curar a quienes tienen un tumor que no se ha diseminado a otras partes del cuerpo y que se puede extirpar por completo con una cirugía. Este cáncer no tiene cura para los casos en que el tumor no se puede extraer completo o se ha diseminado a otras partes, relata la Biblioteca de Medicina de EEUU.

Quienes pudieron extraerlo por completo y sin diseminarse, tras la cirugía -o antes de ésta- pueden someterse a quimioterapia, radioterapia o ambas. “Una pequeña cantidad de gente se puede curar con este enfoque terapéutico”, señala.

Por otra parte, “cuando el tumor no se ha propagado más allá del páncreas, pero no se puede extirpar quirúrgicamente, se pueden recomendar quimioterapia y radioterapia juntas”. Pero si “se ha diseminado (ha hecho metástasis) a otros órganos como el hígado, se utiliza generalmente la quimioterapia sola”.

Con el cáncer avanzado, el objetivo del tratamiento es controlar el dolor y otros síntomas. Por ejemplo, si el conducto que transporta la bilis está bloqueado por el tumor pancreático, se puede practicar un procedimiento para colocar un pequeño tubo de metal con el fin de desobstruirlo. Esto puede ayudar a aliviar la inapetencia, la ictericia y la picazón de la piel”, concluye.