La aparición de una hernia es más común de lo que pensamos, especialmente aquella del tipo inguinal, la cual se presenta como un bulto de crecimiento progresivo en la región de la ingle, formado a partir de un orificio que permite a algunos órganos o tejidos atravesar la pared del abdomen hacia la superficie.

Para conocer más de este problema que afecta a gran parte de nuestra población, conversamos con el Dr. Eduardo Schiefelbein, Cirujano General de Clínica Ciudad del Mar, quien señaló que una hernia no siempre está acompañada de molestias, razón por la que muchas personas no consultan a un especialista, exponiéndose a complicaciones futuras.

De acuerdo a lo señalado por Schiefelbein, las causas de aparición de una hernia en la región inguinal son múltiples.

En jóvenes se asocia a la persistencia de estructuras propias del período fetal, mientras que en personas adultas se agrega como causa la debilidad de la pared por características genéticas de las fibras de colágeno u otras causas como:

* Obesidad

* Tabaquismo

* Tos crónica

* Asma

* Problemas prostáticos (dificultad para orinar)

* Constipación severa

* Embarazo

Cabe señalar que las hernias pueden o no complicarse. En esta línea, el primer nivel de complicación ocurre cuando no es posible desplazar el bulto a la cavidad abdominal, este fenómeno se denomina hernia incarcerada.

Un segundo nivel de complicación ocurre cuando la hernia presenta un dolor intenso, se palpa endurecida y no se puede devolver al abdomen. En este caso el especialista recomienda consultar de inmediato a un servicio de urgencia, ya que puede tratarse de un estrangulamiento de la hernia.

Una solución mínimamente invasiva

Según lo explicado por Schiefelbein, el tratamiento de una hernia consiste habitualmente en cirugía, la cual puede realizarse a partir de la técnica abierta (convencional) o laparoscópica, donde los riesgos de una operación programada serán bajos y los beneficios altamente significativos.

En la cirugía laparoscópica el médico introducirá una cámara desde la zona umbilical, haciendo dos pequeñas incisiones laterales que subsanan de forma efectiva la protuberancia, con beneficios evidentes para el paciente, evitando las grandes incisiones y así cicatrices, además de otorgar una rápida recuperación. En este caso se utilizará anestesia general.

Ambas técnicas requerirán una evaluación previa del paciente para conocer su historial y recomendar la mejor alternativa. No obstante, en los dos tipos de cirugía se empleará una malla

de material sintético no absorbible para reforzar los tejidos debilitados. La posibilidad de que vuelva a aparecer la hernia después de la cirugía es de menos de 3% al usar malla, de a lo contrario podría alcanzar un 20%.